lunes, 29 de diciembre de 2014

CAZA DE CONEJOS MARIO LEVRERO


Desternillante. He comenzado así, suavemente. En realidad el término que iba a emplear era "descojonante" o quizás al propio Levrero le hubiera gustado más algún término inventado como "desconejante". No sé. "Caza de conejos" [1986] de Mario Levrero [ Montevideo 1940 , Montevideo 2004] editada en 2012 en Barcelona por Ediciones el Zorro Rojo es un maravilloso ejercicio de libertad creativa y de portentosa imaginación. Debería acabar aquí el post para que no pierdan ustedes el tiempo leyendo esto y lean este libro raro e inaudito de Levrero, que siendo relato o microrrelato tiene aliento de novela fragmentaria donde los personajes se transforman y transmutan, donde las víctimas se tornan verdugos y a la inversa y donde  el puro disparate perfectamente razonado y sazonado con el humor más gamberro y subversivo adquiere carácter épico. Hay un bosque y conejos. Muchos. Y Cazadores. Más que suficientes. Y guardabosques. A cientos. Y un idiota. Siempre tiene que haber un idiota. Shakespeare ya lo sabia. Aunque sea para contar la historia. Aquí  no la cuenta, pero les puedo jurar que hay un idiota y una prima del idiota. También hay un castillo. Comienza con un prólogo: Fuimos a cazar conejos. Era una expedición bien organizada que capitaneaba el idiota.  Y a partir de ahí todo es descacharrante. Los conejos a veces son cazadores. Los cazadores a veces son guardabosques. Los guardabosques a veces son conejos. Vale. Para cazar se necesita un permiso de caza que entre su abundante documentación te exige un certificado de defunción. Así las gasta Levrero. Hay un oso amaestrado penosa  y ridiculamente disfrazado de conejo. Hay  una chica llamada Laura que atrapa los conejos entre sus piernas. Hay carteles que prohíben cazar conejos. Hay una prima del idiota, otra.  Hay gente que va de picnic en lugar de ir a cazar conejos. Hay quien caza conejos por amor y quien los caza por odio. Hay quien duda de la existencia de los conejos. Hay un refrán que dice: Donde menos se piensa salta la liebre. Hay capítulos de una línea que valen por toda una mierda de novela actual. Capitulos LVII: No llevamos a nuestros hijos a las cacerías para evitarles el bochornoso espectáculo de las conejas que se dedican a la prostitución. Hay poesía en estado puro. Capitulos LX: Poniendo un conejo contra el oído, se oye el ruido del mar.  Hay recomendaciones para escribir historias de conejos. Bueno, todo lo anterior y mucho, mucho más. Un universo de conejos, guardabosques y cazadores que hará las delicias de cualquier gourmet literario. Para paladares selectos. Aunque según parece el plato favorito no es el conejo a la brasa, sino el guardabosque a la brasa. Qué ustedes lo disfruten. Al guardabosques y al conejo.  Y por descontado a Levrero.

domingo, 28 de diciembre de 2014

PUNTO DE FUGA DAVID MARKSON


Punto de fuga [Verdehalago, 2011] David Markson [Albany, 1927-Nueva York, 2010] Lo reconozco, me atraen los libros raros y extravagantes. Esos libros que uno no sabe cómo clasificar o dónde ponerlos. No son carne ni pescado. No son poesía ni ensayo ni narrativa. Son simplemente literatura. Extraña literatura. Cuerpos híbridos. "Punto de fuga" es uno de esos libros inclasificables. Se puede definir como una novela sin argumento. Notas a pie de páginas. Consideraciones sobre el hábito de leer. Selección de aforismos propios y ajenos y enajenados.  Hay un autor  consciente de ser autor que sale de vez en cuando y se queja de que el asunto no avanza. El asunto es la novela. La historia comienza con un significativo párrafo de una línea. Autor por fin ha comenzado a darle forma a sus notas. Luego empieza a hablarnos de Matisse y de Albert Camus y de Leonardo da Vinci y de Berlioz. Y no hemos llegado a la mitad de la primera página. Quedan doscientas más. Los nombres se suceden. Autor elige un instante significativo del personaje. Su muerte o su nacimiento. Una costumbre suya que también era una costumbre de otro. Elige dos autores que murieron el mismo día o que quizá nacieron el mismo día o que quizá se odian de la misma manera.  Nombra ciudades donde nacieron o murieron personajes famosos de diferentes especialidades artísticas. Como listado, así todo seguido, quedaría denso, pero dispersos los datos a lo largo de la narración la puntúan, le dan un ritmo sincopado. Incluye opiniones de unos autores con respecto a otros. Ejemplo: Tolstói a Chejov: No soporto las obras de Shakespeare, pero las tuyas son peores. La obra entera es una sucesión de párrafos que proporcionan información diversa que por acumulación crea un estado mental, una visión de la vida con un punto de fuga literario. Porque de lo que realmente nos está hablando David Markson es del individuo como lector que recibe información y la asimila y luego la regurgita a modo de notas a pie de página. Nos está diciendo que en esencia el hombre como animal pensante es aquello que ha leído, aquello que le queda tras ese acto de fe que es la lectura. Somos el rastro que los libros dejan en nosotros. Notas sueltas a veces contradictorias que se pueden compartir o no, pero que siempre estimulan: Oscuro, tosco, bárbaro y falso, alguien etiquetó así los primeros libros de Yeats. // La teoría de que la mayoría de los editores son escritores frustrados./A lo que Eliot añadió: también lo son la mayoría de los escritores. // Todo poeta es un tonto. Lo cual no significa que todo tonto sea un poeta./ Dijo Coleridge.//  Tácito, en su juventud, defendía a los escritores jóvenes contra la eterna vieja guardia: lo que es diferente no necesariamente es peor. // Me parece un verdadero castigo, en las artes liberales, presentarnos frente a tontos y exponer nuestras composiciones al juicio bárbaro de los estúpidos. / Dijo Molière.// Idiotas salvajes, así llamó Jack Warner a los escritores. // Todo lo vital del mundo viene de los neuróticos. Solos han fundado religiones y compuesto nuestras obras maestras./ Dijo Proust. // Sentir pena por los desafortunados es una debilidad indigna de los hombres sabios./ Dijo Séneca.//  El arte no es verdad. Es una mentira que nos permite reconocer la verdad. / Dijo Picasso.// Pasar mucho tiempo estudiando es pereza; usar los estudios como ornamento es afectación. Dijo Bacon.// Nada absurdo puede decirse sin que haya sido dicho antes ya por algún filósofo. / Dijo Cincerón.// Asnos que cargan muchos libros. Como Mahoma, quien no sabía ni leer ni escribir, calificó a los judíos.//  Esto es tan solo una pequeña muestra de "Punto de fuga". Material para la controversia no exento de una ironía sardónica en la selección del material. Dejo para el final tres de mis favoritas: ¿Fue Menandro quién anunció que su nueva obra ya  estaba terminada, y lo único que faltaba era escribirla?.  // Nadie cree en su propia muerte. / Dijo Freud. // César pidió que nombraran la mejor manera de morir: La súbita.// Ya saben, lean, lean, lean, pero sobre todo lean a David Markson.Toda una caja de sorpresas.

sábado, 27 de diciembre de 2014

UNA ALACENA TAPIADA CARLOS CASTILLA DEL PINO


Hay libros que parecen lo que no son. "Una alacena tapiada " de Carlos Castilla del Pino [San Roque, 1922- Castro del río, 2009] es uno de ellos. Una novela escrita por un neurólogo y psiquiatra de prestigio. Una novela breve - su segunda novela después de "Discurso de Onofre" [1977]-,  apenas 130 páginas con la engañosa forma de novela de suspense. En el primer capítulo hay un suicidio, luego la historia va por otros derroteros. El narrador omnipresente o omnisciente se mete de rondón en la mente del personaje protagonista. En realidad el protagonista de la novela es un concepto; la incapacidad del ser humano para ver la realidad tal cual es, para relacionarnos con los otros. Esta es una historia sobre un malentendido no sé si a la manera de Camus, pero si a la manera de Castilla del Pino, que intenta plasmar como un hombre fuera de la realidad y firmemente asentado en la fantasía, un loco en potencia y a veces en acto,  Enrique Besabé y Gómez de Urbina, a partir de una señales azarosas desencadena una tragedia, alimentando una culpa latente en el personaje de Ramón Argoda. Lo simple se torna complejo. Una caja de cerrillas es un desencadenante significativo. La forma de enfrentarnos a la realidad y la realidad en sí misma son imágenes que no se llevan bien. No encajan. Siempre nos formamos una imagen del otro que raramente se corresponde con la realidad del otro. El componente subjetivo es primordial a la hora de relacionarnos.  ¿Quién es realmente el otro? ¿Es el qué es esencialmente, el que vemos que es, el que imaginamos que es, el que el cree ser, el que imagina él que es? Demasiadas imágenes en un espejo roto, en el espejo roto de la conciencia. No importa tanto la resolución del enigma -previsible para quién le guste la literatura policíaca desde el primer capítulo-, como el desarrollo sostenido de la trama con sus complejos vericuetos mentales. La lógica de la locura se impone en estas páginas construidas como un ensayo novelado o como una novela ensayada. Al mismo tiempo Castilla del Pino realiza un  fascinante ejercicio de reconstrucción o recreación  mental de la población de Luengas, donde se desarrolla la historia. La descripción de la ciudad es casi tan importante como el desarrollo de la trama. Explica la opresión de los personajes, su modo de actuar. Es el contexto. Eso clásico orteguiano del hombre y sus circunstancias. No es una novela fácil de  leer, es exigente con el lector, pero a cambio cuando la acabas te sientes, en cierta manera, recompensado. Algo que toda obra literaria debería producir en el lector. La lectura como un modo de recompensa. Como un regalo de la vida.

sábado, 20 de diciembre de 2014

LIBROS PELIGROSOS JUAN TALLÓN



 Decir "Libros peligrosos" es como decir "Muerte mortal"; una redundancia. Todos los libros son peligrosos. O deberían serlo, al menos los buenos, los que contienen buena literatura y dejan huella o nos estallan en la cara o en las manos. La basura editorial que se acumula en las mesas de novedades y en los grandes almacenes de venta al por mayor de palabras manufacturadas para el consumo " masivo o + iva", esos, para lo único que son peligrosos es para los bosques. La literatura no es un negocio, escribirla, vivirla, sentirla, pero su publicación sí que se  plantea como  un negocio. Así nos va. "Libros peligrosos" es una propuesta de lectura; una lista de esos cien libros que te llevarías a una isla si es que pudieras escaparte a una isla o naufragar en ella. O puede que sean más de cien. ¿Importa el número?  ¿Importa que sea una lista? ¿Sirven para algo las listas? Incluso si son una propuesta de lectura personal y arriesgada. Podrían ser estos  libros que nos propone u otros. Un libro por autor o un autor por libro. Al elegir el libro nos llevamos al autor completo o a la inversa. El seleccionador es consciente de ello. Son sus lecturas, las comenta y elije el orden en el que las comentan. El orden es importante. Nada de orden cronológico. Nada de orden por materias o por temas o países. No. Las dispone como en un edificio de vecinos. Unos autores junto a otros, unos libros pegados a otros, conviviendo página con página como quien vive puerta con puerta. Hay convivencias gozosas, vecinos extraños, relaciones tempestuosas y algunas incestuosas. William Faulkner y Mientras agonizo está entre Pedro Páramo de Juan Rulfo y los Diarios de Alejandra Pizarnik. Extraños en un tren de Patricia Highsmith viene precedida de Crimenes ejemplares de Max Aub y antecede a Crimen y castigo de Dostoievski, incómodo vecino de La señora Dalloway de Virginia Woolf. Monsieur Teste de Paul Valery y Blonde de Joyce Carol Oates hacen una extraña pareja de baile y no digamos nada si se convierten en trío incluyendo Una vida de Pierre Menard de Michel Lafon. Se podría opinar que Tallón se ha dejado llevar por el mero capricho personal a la hora de ofrecernos, confeccionar, esta antología literaria para lectores incipientes e impaciente, pero aunque así hubiera sido no hubiera pasado nada. El capricho el el cincuenta por ciento de la literatura. Sin embargo, el autor no actúa por mero capricho sino que organiza el material previo plan trazado con rígida mano, no de hierro sino de acero inoxidable. Como buen narrador nos cuenta una historia.  La urde ante nuestros ojos. Nos la muestra. Logra encadenar unos autores con otros y unos libros con otros de tal manera que es difícil una vez leída la antología, la lista, que al pensar en La pasión según G. H de Clarice Lispector no pensemos  después en Francisco Umbral y en La noche que llegué al Café Gijón. Así es la literatura. Asociaciones ilícitas. Encuentros inesperado al volver la páginas. Los poetas conviven con los narradores. Y estos con los filósofos. Las citas están muy bien elegidas. Describen esa cosa negra y viscosa que es el alma humana de la que tanto se ocupa la literatura, la buena literatura, la que abunda poco. Dice un personaje de Onetti: Cuando me presentan a alguien me basta saber que es un ser humano para estar seguro de que peor cosa no puede ser.  Dice otro personaje de W.Faulkner: Recordaba que mi padre solía decir  que la razón para vivir era prepararse para estar muerto durante mucho tiempo. Adoro las citas. Adoro a Faulkner y a Onetti y a Quim Monzó y a Anne Sexton y a Fleur Jaeggy y a  Lorrie Moore y a Cioran y a Clarice Lispector. Y Claro a John Fante y a Natalia Ginzburg. Esta antología de libros peligrosos está repleta de frases brillantes, propias y ajenas, que nos salen al paso como la calderilla de la literatura. Y esa calderilla de la literatura es la que nos ayuda a sobrevivir día a día a los pobres indigentes lectores. El fracaso es siempre inevitable. No digamos cuando está precedido del éxito, que, por otra parte, es relativo. Qué quieren que les diga, pues que lean "Libros peligrosos" tanto la antología recomendada por Juan Tallón como los libros que se citan en ella porque leer no nos salva pero nos pone en el camino de la salvación y porque la buena literatura, apetezca o no, siempre produce algún género de molestas. Y no conviene acomodarse. Cuando te acomodas, te mueres durante mucho, mucho tiempo.

domingo, 30 de noviembre de 2014

EL AMOR ES EXTRAÑO IRA SACHS


Había visto la película anterior de Ira Sachs en DVD ya que no se estrenó por estos lares y solares. Me dejó un buen sabor de boca y ahora que se ha estrenado "El amor es extraño", nada que ver con la película de Carles Balagué, he acudido al cine a verla. Supongo que esperaba más y lo que he visto no ha terminado de convencerme. Uno siempre espera más de las películas, de los libros, de la vida o de las personas. Uno  casi siempre sale defraudado. Uno casi siempre defrauda. Las interpretaciones son magníficas. Todas. Pero, siempre hay un pero, me falta algo. Y me sobran demasiados matices, quizá. No sé. Solo son intuiciones. Nunca escribo sobre obras -tanto literarias como cinematográficas que no me hayan gustado, para que perder el tiempo hablando de lo que no te gusta-, por lo tanto si le pongo algunos peros a "El amor es extraño"  no es porque no me haya gustado, sino porque no me ha gustado lo suficiente. Tiene que ver con las expectativas y con los logros. Ya saben eso de Cernuda: la realidad y el deseo. La realidad es que "El amor es extraño" es lo que es y no lo que a mí me hubiera gustado que hubiera sido. Y posiblemente a mucha gente heterosexual de mediana edad le guste mucho e incluso a alguna gente de la tercera edad homosexual, también. Es una película de sentimientos. Lo sentimientos son peligrosos cinematográficamente. Se trata de una película sobre la pérdida a una edad en que las pérdidas físicas y emocionales son insoportables. Dos hombres de edad avanzada que han compartido media vida juntos, deciden casarse cuando se instaura la ley que permite el matrimonio gay. Uno de ellos trabaja en un colegio católico como profesor de música y aunque todos conocen su tendencia sexual, la  boda, o sea, la exteriorización manifiesta de su homosexualidad, le acarrea el despido y toda una serie de consecuencias colaterales. Tienen que malvender su piso al no poder pagarlo e irse a vivir por separado. Uno con un  sobrino y su esposa y su hijo adolescente, el otro con unos amigos gays. La pregunta es ¿por qué demonios se casan? ¿Por qué hay que imitar toda la parafernalia burguesa de la sociedad heterosexual? Soy de la opinión que la igualdad sexual se consigue de otra manera, con educación,  no por mimesis. ¿Era necesaria esa boda para reafirmar su relación? Uno día que no, pero el guionista nos hace pasar por ese aro que estrangula el argumento.Tenemos que aceptar ese punto de partida para poder tragar con el resto. El resto es todo un kit de supervivencia en la edad madura. Se añoran, intentan no molestar, adaptarse a su nueva situación a la intemperie. Valoran lo que han perdido y lo que tienen, lo que les queda. Dan lecciones de vida a algunos personajes: al  hijo adolescente del sobrino, por ejemplo. La película podría haber tenido otro tono, menos amable, más afilado, con más aristas. A falta de aristas, hay sensibilidad y matices. Buena voluntad. El final es positivo. El problema es que una película como esta, que plantea lo que plantea, lo hace desde una óptica tan apacible, que ni siquiera la secuencia del despido del profesor de música, se me antoja violenta cuando debería serlo. Y lo que se me antoja más importante, podría suceder en cualquier parte y con cualquier otro tipo de pareja. Pensemos en España, en una profesora de religión que decide irse a vivir con un hombre sin casarse por la iglesia y es despedida. Pierde el trabajo, pierde la casa...No sé. Quedémonos con lo bueno de "El amor es extraño". Con las interpretaciones. 

sábado, 22 de noviembre de 2014

ROPA TENDIDA EVA PUYÓ


Se reedita en Xordica "Ropa tendida" de Eva Puyó [Zaragoza, 1976] En la contraportada, Fernando Iwasaki habla de relatos. Antón Castro de cuentos. Cada cuento o cada relato es un episodio, un fragmento, de la vida de una chica de clase media baja o de baja clase media  y su familia narrado en primera o segunda persona con esa fácil dificultad o difícil facilidad que da el material de primera mano largamente regurgitado, deglutido y luego vomitado sobre un folio en blanco. Parece sencillo, pero es complejo, escribir como escribe Eva Puyó. Primera persona y presente de indicativo normalmente. Parece tan sencillo, pero es tan complicado. "Baldas": Mi padre ve la televisión, o, bueno, en realidad consulta las páginas de la bolsa en el teletexto. "Nacimiento": Mi abuela juega a las cartas con mi hermana y conmigo. "Melé": A mi hermano le diagnosticaron que tenía los pies planos. "Navidad": Son las ocho de la tarde y mi padre ya debería estar aquí. "Las señoras": La señora M. siempre confunde mi voz con la de mi madre cuando llama por teléfono. "Paraíso": Mi madre se ha puesto un chándal y unas zapatillas viejas. Son algunos de los comienzos de estos relatos o cuentos que se leen como si fuesen una novela por entregas sin argumento definido.  Episodios de una vida sin sustancia, de una familia como tantas, pero a la vez, perfectamente individualizada y caracterizada. Los hermanos salen poco. Son un punto de apoyo, tienen su pequeño momento de gloria y desaparecen en segundo plano.  A la protagonista no le gusta su familia, pero la soporta. Se intuye la rabia, la resignación, el mal humor, la condescendencia, la repugnancia familiar, si el término pudiera adecuarse al concepto de familia, pero también cierta ternura, porque sin el matiz de la ternura y el complemento del humor estos cuentos o relatos, que no son eso sino otra cosa, serían insoportables. La protagonista quiere escapar de una vida le disgusta y de unos padres que tolera porque son sus padres, los que le han tocado en el reparto universal de la infamia familiar. Los padres. Y vuelvo a lo de siempre. A las familias felices e infelices. Cuánto juego da Tolstoi. El infierno familiar que adopta múltiples rostros. Lo que se nos cuenta es poco trascendente, pero no intrascendente: comprar unas baldas para una estantería,  la búsqueda del primer trabajo, la cola para optar a un piso de protección oficial, una operación de varices. Asuntos cotidianos contados - a modo de autopsia- con una prosa descarnada, seca e hiriente a partes iguales. Si los comienzos de estos relatos o cuentos o episodios de costumbrismo cotidiano no tan cotidiano son o podrían parecernos anodinos, los finales suelen ser contundentes y terribles.  Un ejemplo. En "Sábanas" la madre pretende dividir las sábanas de su ajuar entre los tres hijos, las lava, las plancha, y hace tres montones, pero las hijas discuten porque no les gustan las sábanas que les han tocado en suerte. Al final la madre le regala a la protagonista uno de los montones, aunque no se ajustan al colchón moderno que ha comprado. Las sábanas que para la madre son un tesoro, su ajuar de boda, son inútiles para la protagonista. El relato o cuento acaba: Me dijo que las guardara, por si alguna vez me cambiaba a un colchón más delgado o más pequeño. O al menos que las conservara como recuerdo. En las sábanas aparecían bordadas las iniciales de mi madre. Pensé que no había nadie más a quien dárselas, y que efectivamente allí acababa todo. Desolador.  Es en los finales donde la autora logra que estas historias mínimas giren sobre si mismas y nos dejen en los ojos el agridulce sabor de la fruta madura de unas vidas, como todas las vida, mediocres e insignificantes.  Y todo esto en 115 páginas.

domingo, 16 de noviembre de 2014

A ESPALDAS DEL LAGO PETER STAMM


Un hombre arrastra una maleta camino de ninguna parte. La maleta no es suya, pero el dolor sordo que le acompaña sí. Un matrimonio de vacaciones es testigo del derrumbe de una familia tras un fatal accidente. Una pareja joven comienza a convivir y trazar planes de incierto futuro.Una mujer casada y con dos hijos anhela el tiempo que pasó en el bosque viviendo sola, lejos de todos y de todo. Un profesor eslavista debe redactar una ponencia sobre una obra de Gorki y se retira a un hotel de montaña alejado del mundanal ruido, pero quizá no de sus fantasmas. Una sacerdote no termina de comprender las razones por las cuales sus vecinos y feligreses se alejan de él y de lo que él representa. Un portero a punto de jubilarse planea montar un hotel rural en Canadá, pero su sueño se derrumbará como un castillo de naipes. Una profesora de música intenta inútilmente recuperar a un alumno que ha preferido la natación al piano, mientras ella misma se presenta a unas pruebas para entrar en una orquesta con resultados devastadores. Un agricultor ecológico ve perturbada su rutina por un festival de música. Estos son  algunos de los argumentos de los relatos del último libro de Peter Stamm [Weinfelden,1963] He comenzado por el cuento que más me gusta: La maleta; aunque varias reseñas coinciden en que el mejor es "En el bosque". Cuestión de afinidades personales. Pero en general, todos ellos poseen una cualidad extraordinaria. Me encogen el ánimo. Leerlos es como pasar tus ojos por una lija que los araña hasta que la mirada se torna lisa, gris, impasible e indiferente. Los personajes de Stamm suelen ser fríos e incapaces de demostrar emociones. Sienten, sí, pero sienten para ellos mismos; como si estuvieran solos en el mundo. Lo que sienten por los demás es algo opaco, como el fondo del lago Constanza, en cuyos alrededores se desarrollan los relatos. Algo sombrío, como estar a espaldas  al lago, por usar una metáfora que juega con el titulo del libro. En los relatos de Stamm casi nunca sucede nada. Escenas cotidianas. Un hombre arrastra una maleta. Pero sucede todo. La inquietud latente. La maleta es de su mujer. A su mujer la han ingresado por un derrame cerebral. El hombre no sabe qué meter en la maleta. Tampoco quiere volver a casa. Coge un tren viaja a otra ciudad. Se aloja en un hotel. Desayuna. Regresa a la ciudad de partida. Va al hospital deja la maleta. Su mujer sigue en coma. Es un relato sobre el desconcierto vital. Es Chejov de otra manera. De una manera distinta. Y un poco Carver, pero sin realismo sucio. Es la suciedad de la vida. Es la sucia tristeza de la vida de personas insignificantes que se sienten incapaces de entender lo que sucede a su alrededor. Los personajes de Stamm se sienten abrumados por las circunstancias; porque en el fondo somos nuestras circunstancias. Son relatos repletos de detalles nimios pero significativos. La novela que le han reservado a la mujer en coma del protagonista de "La maleta" es "Veneno de Cristal" de Donna León. El concierto para el que no está preparada Sara, la protagonista de "El último romántico" es en Concierto nº 2 de Rajmáninov. Ese sacacorchos en forma de bailarina con el que comienza "Sweet dreams". Los libros sobre los que Erwin desea hablar con Anja en "En el bosque". Libros como Walden. La vida en los bosques, de Thoreau. El pasaje de la Espistola a los Romanos seleccionado por Reinhold en "La cena del señor": Siento una gran tristeza y un dolor constante en mi corazón, porque desearía ser yo mismo anatema de Cristo".  La camiseta de Los vigilantes de la playa que lleva uno de los personajes de "En el curso normal de las cosas". La camiseta que que decide ponerse Lydia en "El día de los lirones" con el lema: Der Schriner-Ihr Macher. El libro de Maximo Gorki elegido por el eslavista para su ponencia: Los veraneantes.Y uno de los pasajes que da la clave o el sentido del concepto de ser humano que tiene Peter Stamm. Ese fragmento del monólogo de María Lvovna en el acto cuarto de la obra de Gorki, que Stamm hace recitar al protagonista: Somos veraneantes en nuestro propio país, gente que ha llegado de alguna parte. Deambulamos, ajetreados, por doquier, buscando un lugarcito cómodo en la vida, no hacemos nada y hablamos demasiado y despectivamente".  Eso son los atribulados personajes de Stamm, gente que busca su lugar en la vida y se siente sobrepasada por las circunstancias. Personajes que viven por dentro. ¿Pero no vivimos todos así, desde una profunda paraplejia emocional? Peter Stamm siempre acierta en su radiografía de las emociones humanas. Nada hay peor que el ser humano. Somos los culpables de nuestros propios miedos. De eso habla "A espaldas del lago".

viernes, 14 de noviembre de 2014

SEBASTIÁN EN LA LAGUNA JOSÉ LUIS SERRANO / EL PUTOJACKTWIST


Una seductora portada en blanco y negro y 226 páginas evocadoras de un tiempo perdido para siempre, pues todo es memoria y traición. Nada es cómo fue sino cómo lo recordamos. O como creemos recordarlo. Ninguna certeza. "Sebastián en la laguna" trata de un tiempo preciso en un país concreto de una manera imprecisa, fragmentaria, poética.  Capítulos que no son capítulos sino fragmentos, fogonazos líricos de una memoria que es consciente de su incapacidad para contar la historia que quiere contar "porque no se puede contar nada nunca, porque el presente se va y cuando se va ya todo es mentira, o es incompleto, y lo que recordamos y lo que inventamos se mezcla". La novela gira en torno a un verano y a un muerto. Un verano que pudo ser ése u otros veranos. Ya se sabe, la memoria es un cajón de sastre donde todo anda manga por hombro y es difícil contar una historia " sin hacer daño a nadie". La laguna, el verano y un muerto. Y  claro, el adolescente que narra la historia mucho tiempo después. La historia de su deseo por Sebastián  -cuantas reminiscencias evoca ese nombre, desde Derek Jarman  y su película de 1976 hasta uno de los protagonistas de  Retorno a Brideshead" de Evelyn Waugh-, Sebastián, que lee en francés   "alarecherchdutanperdí" mientras toma el sol y se le quema la piel y por Wences y por Olivier, el subnormal, y por Tadeo -aunque no tanto-, el hermano de Sebastián que habla inglés y ha vivido en Nueva York y vuelve a la laguna para morir de una enfermedad que en aquellos años comenzaba a devastar la vida de los homosexuales. Y alrededor de estos personajes que son como los cuatro puntos cardinales de la narración, el resto, los padres del adolescente, su mujer amigo, Carlos, el aburrió, la novia de Wences, las tías de Wences, Lola, la madre noruega de Tadeo y Sebastián, un par de italianos, doña Juana la socialista...Una fauna variopinta en un verano interminable. O no. Los veranos no se acaban nunca en la memoria. Ni la música de Cecilia. [ Mi verano con  Cecilia fue mucho antes. Quizás en el 74 o en el 75. Todo se mezcla.] Lo cierto es que "Sebastián en la laguna" crea un estado de ánimo; es un estado de ánimo. Un estado de ánimo catártico.  Como la llegada de los italianos. El protagonista aprende palabras del resto de personajes mientras descubre el mundo y desea en secreto a Sebastián y un poco menos a Wences que se tira a todo lo que se mueve sea hombre o mujer. Wences que no veranea sino que vive en el pueblo junto a la laguna y sabe que posiblemente no salga nunca del pueblo. Todo es girar.Todo es dar vueltas en círculos. Como los círculos que trazaba Olivier, el subnormal, en la arena. Círculos de una rara perfección.Cada capítulo breve, apenas un par de páginas, a lo sumo tres o cuatro, gira como una peonza, ejecuta su truco de magia, ante la mirada del lector y deja paso al siguiente. Por momentos la prosa adquiere la cualidad etérea de la poesía. No es lo que  se dice sino la forma en la cual se dice, el ritmo. No es la novela que uno espera leer en una editorial como Egales. Y sin embargo es una novela muy Egales. Suena contradictorio, pero no lo es. Quiero decir que se trata de literatura sin adjetivos. Aunque supongo que habrá gente que necesite que les den los sustantivos adjetivados para no perderse. Literatura gay. Como si el adjetivo fuera un plus. Hace tiempo que yo no leo literatura gay. Solo leo -o intento leer- literatura; buena literatura. Nunca pensé que "Una mala noche la tiene cualquiera", "Los monederos falsos" o "El lenguaje perdido de las grúas" fuesen literatura gay. Los adjetivos, a veces, distorsionan. A veces ayudan y a veces no. "Sebastián en la laguna" es literatura. De la buena. De la que busca las emociones y las encuentra. Literatura de la que uno debería leer para conocerse mejor, porque la literatura siempre debería ser una forma de conocimiento. 

HOMERO ARIDJIS


Homero Aridjis [Contepec, 1940]

Nada que añadir. Cuando un poema se defiende solo y no necesita ornamentos ni añadidos.

sábado, 8 de noviembre de 2014

RELATOS SALVAJES DAMIÁN SZIFRON


No están de moda las películas compuestas por historias independientes. Hubo un tiempo en que lo estuvieron. En los años sesenta y setenta del siglo pasado. Sobre todo en el cine europeo. Francés e italiano. Relatos salvajes es una película argentina de Damián Szifron compuesta por seis episodio independientes con un conocido elenco de actores de prestigio: Ricardo Darín, Dario Grandinetti, Leonardo Sbaraglia, Erica Rivas....Viene la película precedida de estupendas críticas.Y en verdad que son todas ellas merecidas. El tema central de los relatos es la venganza en sus diversos grados. La primera historia "Pasternak"que precede a los magníficos e imaginativos títulos de crédito es casi un chiste alargado. Es breve, intensa y desopilante. Posee la duración exacta y  el tono preciso y eso es importante. Si "Los amantes pasajeros", la última película de Pedro Almodovar -coproductor de "Relatos salvajes"-, fuese siquiera la mitad de interesante que este breve episodio, habría todavía lugar para la esperanza para el director manchego. Parece que es mejor productor que guionista. El segundo episodios "Las ratas" también es breve e intenso. Aborda temas más complejos. La corrupción y la venganza. Szifron va al grano y no se pierde en florituras y adornos. Las imágenes son secas, sórdidas. El lenguaje descarnado. Y el humor negro, completamente negro. Como el alquitrán. "El más fuerte" el tercer episodio protagonizado por Sbaraglia no carece de humor aunque es un humor más escatológico y más bestia y macabro, de acuerdo con la personalidad de los protagonistas y de la historia narrada. "Bombita" es una historia sobre la indignación ciudadana ante los desmanes del poder, aquí simbolizado en el servicio de la grúa municipal. Es quizás la más previsible de todas las historias, pero está repleta de encanto y punteada también de pequeños toques de humor. Es de suponer que será la que más le guste a la gente en este país nuestro. "La propuesta" es humor negro en estado puro. Un adolescente atropella a una embarazada con el coche de su  adinerado padre. El abogado del padre y el juez instructor se ponen de acuerdo por un montante económico para cargar el accidente al jardinero de la casa con nefastas consecuencias. Es la historia más dura y una crítica perfecta al sistema social y político imperante, además de implicar la muerte de un inocente no tan inocente. "Hasta que la muerte nos separe" narra el descubrimiento de una novia de que su marido le ponía los cuernos con una compañera de trabajo el mismo día de su boda. Una infidelidad en toda regla que se paga con otra infidelidad. Amor con amor se paga. Es la más desaforada tanto por las interpretaciones desmadradas y  por el ritmo impuesto, como por la resolución. Venganzas de todo tipo. Critica al sistema social, político y económico. Radiografía de las injusticias. Divertida hasta decir basta. Violenta hasta la bofetada. Congela la sonrisa en  la boca. Es tan divertida que aterra. Prohibido perdérsela. 

EL JUEZ DAVID DOBKIN


Algunas historias solo pueden suceder en un determinado país. Lo que se nos cuenta en "El juez" de David Dobkin durante 141 minutos solo tiene sentido si sucede en los Estados Unidos. Es una historia que nos han contado muchas veces de distintas maneras. Un drama familiar. En Estados Unidos las familias suelen guardar sus secretos hasta que ya no pueden más y estallan. Aquí, el drama familiar adopta la forma de drama judicial. Las películas que suceden entre las cuatro paredes de un juzgado son una categoría cinematográfica en sí mismas. Tienen prestigio y empaque. El argumento de está película en España bordearía el ridículo. Hay un padre que es juez de un pequeño pueblo y un hijo que es abogado de éxito  en una gran ciudad. El hijo se marchó hace tiempo del pueblo y no ha vuelto. Está casado y tiene una hija aunque su matrimonio hace aguas. Presume de lo que posee aunque en realidad ya no lo posea. Su mujer le engaña y se van a divorciar. En estas su madre fallece y debe regresar al pueblo para el sepelio. El juez se muestra frío y distante con el hijo. Descubrimos que hay dos hermanos más, uno de ellos con una deficiencia que vive pegado a una cámara de cine, a la nostalgia del pasado, y el otro amargado porque perdió su gran oportunidad de ser alguien en la vida y escapar del pueblo. Después del sepelio el padre sale por la noche y atropella a una persona. La víctima es un antiguo caso del juez. Un chico con el que fue benévolo con su primer delito, pero esta benevolencia desencadenó un drama que el juez nunca ha podido perdonarse. El juez el detenido y el hijo abogado de prestigio debe defender al padre. El padre está gravemente enfermo pero no desea que eso se sepa porque invalidaría algunos de sus últimos juicios. El hijo que ahora parece sensato y brillante, que fue el primero de su promoción y que se dedica a defender a todo tipo de escoria en la gran ciudad tuvo una juventud díscola e indisciplinada. El juez lo alejó de la familia, lo internó. No fue benévolo con él. Quizá no quería que se repitiera lo que había sucedido con el chico con el que fue benévolo. Hay reproches. El juez era alcohólico. El hijo abogado sufrió un accidente que provocó una tragedia familiar. La madre nunca perdonó al padre la fuga del hijo. El frío, la distancia. Vemos también que la familia en algún momento fue una familia unida y feliz. ¿En qué momento todo se fue al garete? También aparece una antigua novia, madre soltera, cuya hija podría ser del abogado. Todo se complica.  De todo esto habla "El juez". A ratos es brillante y a ratos algo previsible, pero los actores están formidables. Tanto Robert Downey Jr como Robert Duvall. Y el resto Vera Farmia, Billy Bob Thorton o el televisivo Vincent D´Onofrio. Los dramas judiciales no me van, pero reconozco que soy adicto a los dramas familiares. La familia siempre es el peor de los infiernos. Eso lo sabía muy bien Tolstoy. Dios nos libre de las familias felices y el diablo de las infelices. 

viernes, 7 de noviembre de 2014

LA GALLA CIENCIA DOS


30 de octubre presentación del número dos de la revista de poesía "La Galla Ciencia" en el Museo de la Ciudad en Murcia. El día elegido a conciencia. Aniversario del nacimiento de Ezra Pound, Miguel Hernández y Paul Valery. Se lee un poema de cada uno de ellos. Todo meditado, todo pensado. Hasta el último detalle. La Galla Ciencia es una revista de detalles, porque la importancia, siempre lo he dicho está en los detalles. Una revista que sacan adelante un cuarteto de insensatos locos que al ser una doble negación podría ser una afirmación del tipo sensatos cuerdos. No sé. Una revista de poesía en tiempos de crisis. Una utopía nada utópica. Papel y palabras. La editorial se titula Carúncula Melífera. Una editorial que no tiene grasa ni desperdicio. Este número dos está dedicado  a la Minoría Virgiliana I -préstamo de mi admirado y recientemente premiado con el Ciudad de Melilla de poesía- Juan Antonio González Iglesias. Una panorámica poética que promete una Minoría Virgiliana II. Atentos.  El prefacio breve y enjundioso a cargo de Rosa Pereda. "Esa oscura esquina".  Podría elegir los tres o cuatro poemas que más me gustan de los cuarenta -uno por autor- que componen esta panorámica  poética virgiliana ordenada por estricto criterio de edad. Desde  la provecta de Noe Jitrik [1928] hasta la de Cécile Villen Prieto [1997] Tres generaciones de poetas que se suceden y se superponen y se entremezclan conviviendo entre las páginas del numero dos esta revista que combina fuerzas antitéticas y complementarias. Diferentes líneas y tendencias se dan la mano dentro del postulado elegido. Hombres y mujeres. Poetas conocidos y otros inéditos. Poemas breves e intensos y poemas largos y casi narrativos. Ya digo que podría jugar a seleccionar lo que me es más afín, pero sería injusto para algunos poetas. El asunto de los gustos es complejo. Como afirma el refrán: sobre gustos no hay nada escrito. Y si me pongo algo borde diría que el gusto es como el culo, cada uno tiene el suyo. Prefiero jugar a otra cosa. Prefiero el capricho de las intuiciones. Las intuiciones son el noventa por ciento de la poesía. Empecemos fuerte. J. María Álvarez  en un poema de tres versos afirma: Tengo una pistola encima de la mesa.  Y en la página 41, Luis Alberto de Cuenca parece replicarle con sorna: Tensan el arco y siempre aciertan:/ ¡matan dos pájaros de un tiro!. Si para L. Alberto de Cuenca los veteranos del emperador: Solo saben cazar y montar a caballo. Para Soren Peñalver: El corazón/ era ya entonces un precoz cazador solitario/ sin él saberlo. Y remata Amalía Bautista: Así tu corazón no habrá albergado el plomo/que lastima las mudanzas. Del corazón a los libros. Dice Ángel Paniagua en la página 64: Tengo el libro en las manos de un amigo. Y Vicente Cervera en su poema titulado "El libro" le responde: No está impoluto. Está mojado./ Y más viejo. Las tapas/ visiblemente aplastadas y los puntiagudos/ ángulos hundidos aparecen. Quién sabe si el libro al que alude Cervera está entre los libros a los que se refiere Aitor Franco en su poema "Paestum": Repaso unos papeles con desgana,/ varios libros viejos y releídos,/ brillan como luces de una casa desconocida,/ en un idioma que no entiendo. Los libros brillan como luces. O como el sol.  Carlos Ann se deleita en la página 71: Pasó el tiempo. El sol brillaba y cantaba. Juan Carlos Suñen le corea: Oh! Sol, oh! bondadoso, etcétera,/ en verdad  conociste mejores  tiempos/ antes de que los niños te dibujasen una/ estúpida  sonrisa en sus cuadernos...Quizá los niños de Suñen vayan al mismo colegio que los niños de Carlos Ann: los niños escondieron una mentira/   inocencia   derrota   fuego   / Podemos cambiar de tema. Elegir por ejemplo las estaciones. El verano. Noe Jitrik: No termina todavía/ un verano/  que fue promesa o dádiva/ inmerecida. Soren Peñalver: Días sin noche de aquel lejano verano/ en Yukon...En verano ya se sabe, vacaciones y cruceros. Algo así nos propone Aurora Luque en uno de los poemas más divertidos de la revista: "Temporada de cruceros Versus Itaca Slow Travel". Acaba el verano y comienza el otoño. Vicente Gallego se apunta a esta estación: Me cuentan que nací en esta estación/ de muerte y de lujuria,/ a finales de octubre...A Carlos Ann  también los inspira el otoño: Pasó el tiempo y me deshojé;/ desnudo como una copa en otoño.  La primavera. Antonio Aguilar se decanta por esta estación: También la primavera te verá/ abrir la puerta y avanzar por el sendero. Y lo mismo L. Alberto de Cuenca: Llega la primavera, el pasto abunda,/ los caballos engordan. No aparece nombrado el invierno, pero si que son abundantes los poemas que parecen aludir a él sin nombrarlo. Joaquín Pérez Azaustre: verde estanco silencio/ y la nieve el volumen y la escarcha despiertan. Rodrigo Olay: Vosotros a la busca entre la nieve.  También se puede poner en contacto a Javier Asiáin -Y el agua acarició  el milagro entre la grieta/ Y el abismo comenzó a girar violento en pos de un solo punto/ hasta reproducir la danza- con Vicente Gallego: Aprendí de las cosas mansedumbre;/ y en este ser ya manso mi morir/.../gané lo que hago vuestro:/ la propiedad entera de la danza. Por supuesto hay más, mucho más. Un poema inédito de Leopoldo María Panero. Y las ilustraciones de Marí Simó. Y Claro está el nuevo poemario rojo sangrante de Roger Wolfe: "El amor y media vuelta". Muy en su tónica de siempre. Poesía de un poeta airado que semeja estar de vuelta de todo cuando en realidad no está de vuelta de nada. Y menos del amor que es desamor cuando es amor que se pudre como las naranjas. Un poemario para releer varias veces porque presenta ángulos diversos. Y poemas como "La soga": Este es mi castigo./ Los incoherentes  balbuceos de un ahorcado/ que muriendo sueña que su lengua,/ pastosa y retorcida como un trapo,/ hurga en la soga que lo enhiesta y que lo acaba. Un poema espléndido que entronca con el poema más gamberro de la panorámica, el escrito por Joaquín Piqueras dedicado a todos los poetas y escritores suicidas habidos y por haber: todos balanceándose, desafiando la gravedad de la vida,/ mostrando la fuerza de sus erecciones post mortem/ aprendiendo en el extremo de la cuerda/ sobre sus cuellos/ lo que el culo de la literatura pesa. Podría terminar diciendo y eso es todo, pero no, hay más mucho más, mil maneras de leer este segundo número de "La Galla Ciencia". Poesía para seguir viviendo. 

domingo, 26 de octubre de 2014

LECHE MARINA PEREZAGUA


Excelente portada. Detrás de una portada como ésta solo puede haber algo sutil y sofisticado, impecable y turbio. Así son los relatos del segundo libro de Marina Perezagua [Sevilla 1978]:  "Leche", sutiles, sofisticados, cautivadores, impecables, brutales, turbios, turbulentos y casi siempre desoladores. Creo haber reseñado aquí su primer libro de relatos [Criaturas Abisales] donde el asombro era parte de su encanto. Ahora ya no hay asombro posible sino virtuosismo de una autora con mundo y un estilo propios. Es decir con mirada propia. Una mirada esquinada e insólita que nos ofrece perspectivas diferentes sobre los temas de siempre: la humana condición. La sorpresa está servida. Perezagua  asume riesgos y consigue hacer fácil lo difícil. Dar credibilidad a lo inesperado y a lo que podría ser maravilloso y termina siendo cotidiano. Hay algo malsano en los relatos de esta escritora perversa. Son catorce relatos. Entre ellos, "Little Boy" reúne todos los elementos de la pesadilla. Un acercamiento poco convencional al tema del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y sus consecuencias. Su relatos ahondan en los aspectos aberrantes y bizarros de la vida. Los argumentos desconciertan, descolocan, aunque en el fondo hablen de la condición humana. Personajes vulnerables aunque poco corrientes. Esa mujer que cuida del marido desfigurado. Esa hija que vuelve a casa para reprochar al padre todo lo reprochable, especialmente que le leyese la metamorfosis  de kafka antes de dormirse. Ese profesor enamorado de la alumna. Esa mujer que yace con una raza mítica y pare minotauros. Ese padre que ante la ausencia de leche de su mujer y la desesperación encuentra la manera de alimentar a su retoño. Ese condenado a muerte que resume en su finitud toda la historia de la humanidad. Ese camionero que recorre día tras día la misma carretera por inercia y acaba asumiendo una culpa que no es suya, pero que podría serlo. Historias que podrían resultar aberrantes en otras manos y fluctúan entre lo terrible y la ternura. Seres postrados, enfermedad, deformaciones corporales y espirituales, sexo poco convencional son el fondo, pero este material de partida tan resbaladizo literariamente está trabajado y tratado con elegancia y precisión quirúrgica. Una elegancia no exenta de aristas y brutalidad. Una precisión que elimina todo ornato, toda frase superflua, todo adorno. Si que puede existir literatura y belleza  no solo después de Auschwitz, sino también  después de la bomba de Hiroshima o la masacre de Nanking. Solo es necesario encontrar el ángulo del horror desde el que asomarnos a la historia y que la historia nos conmueva porque contiene algo de nosotros. Eso es la verdadera literatura. Lo sabía muy bien Kafka. Y lo sabe muy, pero que muy bien, Marina Perezagua, por muy civilizados que aparentemos ser, por muchas leyes que nos demos, todos llevamos dentro un monstruo. Es condición indispensable del ser humano. Por eso leer a Marina Perezagua es encontrarnos con lo más profundo de nosotros mismos, con ese animal intuitivo e instintivo que nos hace al mismo tiempo ominosos y vulnerables. La inhumana condición. De eso trata "Leche". No la desperdicien, sería una verdadera lástima. Su lectura les hará más fuertes.

sábado, 25 de octubre de 2014

A ESCONDIDAS MIKEL RUEDA


Hago la reseña de "A escondidas" de Mikel Rueda, o lo que  quiera que este post sea - no soy especialista en nada, sólo interprete de la temperatura cultural del momento, francotirador desde mi esquina del mundo-, cuando soy consciente de que la película ha desaparecido de las carteleras de la ciudad que habito. Es un extraño lujo que se haya estrenado. No es una una película ni fácil ni cómoda y trata un periodo vital complicado: la adolescencia y por unos temas complicados. Apuesta por enredar el argumento para crear interés, puesto que lo que nos cuenta si lo hubiese hecho de manera lineal quizás interesase menos. Ya se sabe que los espectadores son cómodos y necesitan estímulos. Hay un adolescente marroquí y un adolescente vasco. Ambos con diferentes problemas y tesituras. Se habla del problema de los inmigrantes, pero ese no es el tema central aunque si es determinante del comportamiento de los personajes. Lo importante es la incipiente historia de amor entre los dos protagonistas. O más bien, la incipiente atracción de los dos protagonistas Ibrahim y Rafa. Los elementos extraños apenas están apuntados. El padre de Rafa y su machismo. El  mejor amigo de Rafa que posiblemente sienta por Rafa lo mismo que éste siente por Ibahim. El grupo de adolescentes bordes. La trapicheo con la drogas. La falta de perspectivas vitales. La abulia de los servicios sociales y la burocracia. No hay devoluciones en caliente, pero el gobierno se las apaña para realizar devoluciones en frío. Tanto da. Hecha la ley hecha la trampa. Podría ser una película de tesis, pero opta por la emoción. Y no intenta hacer trampas. No juega a las emociones baratas o al sensacionalismo. El tema se presta a eso. Adolescencia y homosexualidad. Qué mezcla. ¿Qué hubiera hecho  Eloy de la Iglesia con un tema así? ¿qué hizo cuando trato un tema similar?  Claro, eran otros tiempos, otros campos de batalla. Mikel Rueda logra algo muy difícil, mantener la pureza del deseo de los protagonistas. La pureza del primer amor. La espontaneidad de un sentimiento tan delicuescente  que se desintegra en cuanto le pones la mano encima. Logra emocionar con la mirada de Rafa buscando a Ibrahim o en esos momentos en los que comparten plano si apenas decirse nada y al mismo tiempo diciéndoselo todo en silencio. El deseo siempre es una forma de silencio. En cuanto se delata y se convierte en algo parecido al amor, se corrompe. A algunos amigos míos no le ha gustado la película. Esperaban más carnaza, supongo. Aquí la emoción se queda a flor de piel. Una película triste con un mensaje esperanzador. Y aunque la esperanza no figura entre mis palabras favoritas, por una vez, voy a aceptar la esperanza como final feliz.

sábado, 11 de octubre de 2014

BLACK COAL - DIAO YINAN


Película china. Joder. Policíaca. Un trhiller negro. Negro como el carbón. Neomoderno. Bueno, un alivio, pero aún así china. El principio bien, acelerado, hasta el tiroteo en el salón de belleza, versus peluquería almodovariana made in china,  luego lenta, lenta, lenta, pero bien. "Black coal". Carbón negro". Le falta la otra parte del título. "Thin Ice". Hielo delgado. Eso está mejor. Una pista falsa. Hielo y carbón. Negro y delgado.1999 un cadáver despedazado. Restos dispersos por medio país. Unos policías algo lerdos. Ineptos. Un error de calculo. Un policía que lo pierde todo: trabajo, familia, autoestima: el inspector Hang. Caído en desgracia se suele decir. Alcohólico. Muy película de cine americano o europeo francés, tipo polar noir: el silencio de un hombre. El antihéroe que debe reinventarse, purgar su pecado. La posibilidad de redención. Cinco años después, dos nuevas víctimas relacionadas con la mujer del primer fallecido. Una viuda sospechosa. Fría. ¿Atípica mujer fatal o no? Las costumbres interfieren en la acción.  La victima quizá sea el verdugo. Al revés. Desolación, pesimismo e ironía. A ratos de una belleza fascinante. El amor como algo sucio, obsceno, como un juego de poder. Cada uno quiere su parte. El sacrificio como parte del amor. La soledad como parte del precio de estar vivo. Ambientada en Manchuria. Las desigualdades sociales se hacen evidentes. Un país que crece sin reequilibrar su riqueza. La injusticia capitalista mal repartida. Pocos escenarios. Una cantera. Un salón de belleza. Una lavandería. Una pista de patinaje sobre hielo. Una pista de baile. Un prostíbulo. Una noria de feria. Lo que se esconde detrás de la frialdad de Gwei Lun Mei se asemeja al miedo y al dolor. Sufrimiento en estado puro. Lo explica todo con la mirada. La película a ratos es un poco excéntrica. Su sentido del humor bordea lo burdo por momentos o es poco comprensible para mí como occidental. Me faltan referentes culturales. Me sobran esos fuegos artificiales del final, pero el director los justifica en una entrevista como una metáfora de la confusión entre lo que es justo y lo que es necesario. El policía ha resuelto el crimen, era necesario resolverlo, pero ¿eso ayuda de algún modo a la justicia? Alguien gana algo al final con la resolución del misterio. Todo es más confuso y más desolador y más negro. Ganó el Oso de oro del festival de Berlín. 

viernes, 10 de octubre de 2014

FELICES LOS FELICES YASMINA REZA


Un libro que comienza con una cita de  Jorge Luis Borges siempre crea expectativas. El último libro de Yasmina Reza [París, 1959] comienza con una: Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor. Felices los felices. Así comienza "Felices los felices". No hay demasiada felicidad en esta pretendida novela. Y digo pretendida porque se podría leer como un libro de relatos y no pasaría nada. 18 personajes. 18 historias. 18 monólogos. Eso sí la autora ha ido engarzando estos monólogos para que al final compongan la imagen de una historia moral. O inmoral. Como se quiera. No son personajes de la calle.Tienen un estatus y un estilo y dinero y poder y son cultos, pero felices, lo que se dice felices no lo son ni lo han sido, aunque lo aparenten. A través del monólogo -generalmente irónico-, Reza nos da la oportunidad de penetrar en los pensamientos más íntimos de sus personajes, esos que ni siquiera se comparten con la persona amada, esos que nos pertenecen a nosotros solos. Nuestro yo más dolorido. Hay varios matrimonio de edad diversa, hay padres e hijos, hay amantes  y un médico encantador según parecey  enfermedades terminales y sexo. El sexo como el estiércol sobre el que florecen las flores del mal. El mal es la sociedad actual y el  hipócrita concepto de pareja. Tenemos a los Toscanos y a los Blots y a los Hutner y a los Barnèche y a Loula Moreno y a Rémi Grobe y a Jean Ehrenfried que tiene la última palabra. Algunas situaciones son hilarantes a la par que patéticas. Por ejemplo; el hijo de los Hutner cree ser Celine Dion. Empezamos con una discusión conyugal no tan trivial sobre quesos y acabamos con una discusión sobre una bolsa de diez euros que ha servido para transportar las cenizas de uno de los personajes hasta el río de su infancia donde desea que sean esparcidas. Desolación. Desamor. Apariencias. Masoquismo. Insatisfacción. Un mundo de desafecciones sentimentales y de otro tipo. Más profundas. La vida. las vísceras de la vida. No había leído nada de Yasmina Reza. Creo que hace tiempo fui al teatro a ver "Arte". Y por supuesto he visto la película de Roman Polasnky sobre "Un dios salvaje". Los textos de Reza siempre esconden elementos suficientes de interés, como cargas de profundidad. No siempre resultan tan innovadores y tan modernos y tan perturbadores como ella quisiera. Pero reconozco que "Felices los felices" contiene momentos literarios espléndidos. A cada personaje lo suyo. "Nunca se me ocurre hablar con Dios. Siempre he pensado que no se puede importunar a Dios. No se puede hablar directamente con él." [Marguerite Blot] "Me parece lamentable que los muertos no tengan ningún poder" [M. Blot] "De un protagonista literario se acepta que se retire a la región de las sombras, pero  no de un marido con quien se comparte una vida doméstica" [ Odile Toscano] "¿Qué se le va a decir a un hombre que muy pronto dejará este mundo? Se le dice lo que quiere oír."[Vincent Zawada]  "Los hombres son absolutamente inmovilistas. El movimiento lo creamos nosotras."[Paola Suares] "Los viejos, personas de otra época que viven en el futuro" [Ernest Blot] "En la muerte todos estamos solos". [E. Blot] "El dinero nos liga como cualquier otra atadura" [Philip Chemla] "Los poetas no poseen la noción del tiempo. Son gente que te arrastra a melancolías inútiles". [P Chemla] "La complejidad humana no se reduce a ningún principio de causalidad" [P.Chemla] "Uno de los efectos del deterioro sentimental es que ya nada fluye. Todo se transforma en signo, todo hay que descifrarlo" [Rémi Grobe] "Es una estupidez pensar que el sentimiento acerca, por el contrario, consagra la distancia entre las personas". [R. Grobe] "Los sentimientos son cambiantes y mortales...Nada dura.La gente quiere creer lo contrario. Se pasan la vida recomponiendo los pedazos y a eso lo llaman matrimonio, felicidad o yo qué sé. [Chantal Audouin] "Las mujeres no se echan amantes. Se encaprichan, se montan películas. Se vuelven totalmente locas. Un hombre necesita un lugar seguro para enfrentarse al mundo" [Jean Ehrenfried] "La pareja es la cosa más impenetrable. Resulta imposible comprender qué es una pareja, incluso cuando se forma parte de ella." [J. Ehrenfried] "Cuando no estás bien los mejor es leer libros tristes" [J. Ehrenfried] "Existe un sistema  muy conocido para engatusar a las mujeres, lo sabe todo el mundo, y es no abrir la boca. Los tipos que gustan son silenciosos y ponen cara de mala leche" [Damien Barnèche]" No puedes ser feliz en el amor si no tienes una disposición para ser feliz" [Luc Condomaine] "...ser feliz es una disposición. Quizá no habría que tenerla en la infancia....Quizá tener una infancia feliz no es bueno para la vida posterior" [ L. Condomaine] " Las imágenes son aterradoras. Me gustaría que conforma avanza la vida todo se fuese borrando." [Hélène Barnèche]  "Es algo infrecuente. La gente no tiene una visión de la existencia. Únicamente tiene opiniones" [Robert Toscano] Se lee en un  suspiro y uno vuelve sobre ella para replantearse las relaciones entre los diversos personajes. La gracia está no solo en qué dice cada personaje sino en qué personaje dice cada cosa.  Ahí reside el talento de Yasmina Reza. El hacer decir las cosas a quién no debe decirlas. O tal vez no.

domingo, 5 de octubre de 2014

AHÍ OS QUEDÁIS


Más cine: "Ahí os quedáis" [2014] Shawn Levy en versión original a las cinco y cuarto en unos cines de Alicante. Todas las reseñas que he leído la ponen a caer de un burro como se suele decir. De mala sin remisión a peor que mala. Sin embargo a mí me ha encantado. Ir a contracorriente se me da bien. Así me va. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien viendo una comedia dramática que no es una comedia dramática sino un drama familiar escasamente divertido, a excepción de los chistes visuales o no sobre las tetas de Jane Fonda. ¿Por qué nos gustan una películas y otras no? No sé. Es todo tan subjetivo, independientemente de que la película este bien o mal rodada, interpretada, fotografiada. Me gusta el personaje principal interpretado por un actor que a mí no me gusta Jason Bateman. Lo borda. Un personaje inseguro que intenta controlar su vida personal, laboral, conyugal y que todo sea cómodo, confortable, rutinario y previsible. Pero como le dice su hermana, otra actriz que se supera, Tina Fey, la vida es imprevisible. La película es en cierto modo tan previsible y confortable como Jason Bateman quisiera que fuese su vida. Es la típica película americana sobre un grupo de familiares que se reúnen en torno a la casa o mansión familiar bien por un hecho luctuoso o una conmemoración, boda, Navidad. Aquí toca hecho luctuoso. La muerte del padre. Un judío ateo, según se nos dice, que los obliga a celebrar uno de eso ritos judíos asociados a la muerte: la Shiv´ah. Siete días de duelo en casa. Hay cuatro hermanos, tres chicos y una chica y una madre bastante desinhibida interpretada por la siempre estimulante Fonda. Cada hermano es infeliz por algún motivo. El mayor porque es demasiado sensato y se ha hecho cargo del negocio familiar y su esposa está histérica por ser madre después de ocho años de matrimonio. El pequeño porque no para de meter la polla donde no debe aunque aparece en el funeral con con una prometida inteligente y con estilo que podría ser su madre. La hermana porque sigue enamorada del vecino con el que sufrió un accidente cuando era joven y que le ha dejado con problemas de memoria y nuestro ínclito protagonista, comienza la película perdiendo el trabajo y la mujer a manos de su jefe. También hay un niño que se dedica a defecar en público en los momentos más inoportunos y que según se dice parece ser la única persona de la familia feliz. Se habla mucho del amor. Hay varias definiciones sobre el asunto. Los diálogos son de lo mejor. Los personajes expresan su insatisfacción y su represión verbalizándola.  La madre escribió un libro inspirado en la familia y sus traumas que fue un éxito y salvó el negocio familiar. Además de las tetas, la madre esconde algún secreto regocijante. El mensaje de la película es positivo. Cada uno resuelve sus problemas a su manera. Previsiblemente algunos no cambiarán nunca. Otros lo intentan. Existe un final diferido. Los actores encajan con sus papeles y uno encuentra lo que espera encontrar en este tipo de películas donde se airean viejas rencillas, rencores y frustraciones. No  se si el guión es flojo, pero la trama no ofende la inteligencia del espectador, lo cual es suficiente en estos tiempo de Torrentes por cinco. Y puede que demuestre que el famoso comienzo de Ana Karenina de Tolstoi no sea tan cierto como se pretende. Es posible que todas las familias felices no lo sean de la misma manera y que la infelices puede que lo sean cada una a su manera de la misma manera. Qué quieren que les diga, que yo me lo he pasado de lujo con esta comedia dramática tan poco cómica y que si puedo volver a verla, volveré a verla. 

sábado, 4 de octubre de 2014

LA ISLA MÍNIMA ALBERTO RODRÍGUEZ


Veo poco cine español porque me aburre el cine español de los últimos años, pero está vez he picado. España en los años ochenta. Cine de época. Cine negro de época. Dos policías antagónicos. Uno que viene del pasado, de la represión inherente al Régimen dictatorial que había imperado hasta unos años antes y  que parece estar de vuelta de todo. Otro que ha sido enviado al culo del mundo porque es un tocapelotas integral. Un grano en el culo de los círculos policiales y de los estamentos judiciales como se muestra en la película. Un crimen doble. Dos hermanas con fama se ser ligeras de cascos que aparecen violadas con sadismo y alevosía  durante las fiestas del pueblo. Un lugar muy concreto del sur de Andalucía, las Marimas del Guadalquivir. Un crimen doble que destapa otros crímenes anteriores. Un asesino en serie en la España de los ochenta. El tono es turbio y áspero. Hipocresía y normas sociales y prejuicios sociales. La mujer como un cero a la izquierda. El machismo latente de una sociedad, aquella,  que por desgracia abunda todavía hoy. Un país que quiere cambiar y romper las costuras de largos años de franquismo y tiranía y falta de libertad. Luchas obreras y caciquismo. De todo eso hay en "La isla mínima" de Alberto Rodríguez. Cine negro patrio con estructura de cine americano. El argumento se podría trasladar con facilidad al algún estado sureño norteamericano y solo cambiaría la ambientación pero no la negrura del argumento. El esqueleto noble de la historia que se nos cuenta. La tensa dicotomía de los antagónicos protagonistas es un punto a favor del film. Ambos actores  están soberbios. Aunque quizá Javier Gutiérrez tenga un plus por las aristas de su personaje. Reconozco no haber visto la película anterior de Alberto Rodríguez "Grupo 7" [2012]. Si que ví "After" [2009] Interesante la tensión que desprende la trama. Buen detalle que veamos al asesino un instante apenas, antes de saber quién es, y que luego solamente sea intuido en ese largo y modélico final repleto de violencia en la guarida del monstruo. Naturaleza e instinto. Jesús Castro el actor descubierto en "El niño" hace aquí un papel breve, pero sustancioso. Uno se queda prendido de sus ojos. Comprendemos lo que despierta en las adolescentes del pueblo. Un pijoaparte del sur con moto y sin  niña bien que lo redima. Fascinante el principio, esos planos en picado  de las marismas. Complejo ese final entre la comprensión, el perdón y la repulsión. Dicen  más las miradas y los gestos que las palabras. Porque el cine, el buen cine, no consiste en hacer evidente, lo que es evidente, sino en jugar con los elementos para evidenciar lo que está detrás de aquello que se nos cuenta. Gran película.

domingo, 28 de septiembre de 2014

CIEN METROS RAMON SAIZARBITORIA


Resulta difícil encontrar novelas de Ramon Saizarbitoria [San Sebastián, 1944] -un  autor al que admiro- en castellano en  las librerías de esta parte del país, a pesar de las editoriales y la normalización lingüística, entendida al revés, y esas zarandajas políticas que nos venden las instituciones culturales que gobiernan estos asuntos librescos.Traducidas están la mayoría de sus novelas, pero asequibles no tanto. Hoy recupero "Cien metros" publicada en vasco en 1976 "Ehun metro" y en castellano por la editorial Nuestra Cultura en 1979. Se trata de una novela breve sobre un tema complejo. Los  últimos minutos y la muerte de un miembro de un grupo terrorista, que no se nombra nunca, pero cuyas siglas son evidentes dado el contexto, en la plaza de la Constitución de Donostia. El titulo, obvio, alude a los últimos cien metros de vida del protagonista, abatido por la policía. Espacio y tiempo se dan la mano en las páginas de esta historia cuyo final se intuye desde la primera línea. Estos cien metros dan para mucho. Para explicar las razones del protagonista y las tensas relaciones con su padre. Para resaltar la opresión del franquismo y la represión ideológica en las escuelas. Para exponer diálogos de un interrogatorio a un testigo de los hechos. Para incluir fragmentos de una guia de la ciudad o de las conversaciones de vecinos de la plaza. Para incluir titulares de periódicos. Para una historia de amor de una noche. Para una traición a un amigo. Todo junto da una visión en caleidoscopio del tema tratado. Los diversos  materiales se mezclan armoniosamente mientras el protagonista avanza hacia su destino presentido desde el primer párrafo. Un fatum trágico, como el de los héroes antiguos.  Esta mezcla de elementos diversos en una novela es muy de la época. Quizás no en la literatura vasca, pero sí en castellano. Me recuerda mucho a "Señas de identidad" [1966] de Juan Goytisolo. Hay un evidente intento de modernización de la novela escrita en euskera. Se trata de una novela urbana sobre un tema novedoso que encontró dificultades con la censura. No era para menos, que se diría. Se trata de un ejercicio de estilo planificado hasta el mínimo detalle. Una cuenta atrás sin emociones, algo fría. El autor no se decanta e intenta mantener una distancia neutral. Es aséptico emocionalmente. Las descripciones son estrictamente físicas.No se intenta juzgar al personaje. Se describe su muerte, su circunstancia. Las conclusiones morales las debe sacar el lector. Ahora que el asunto que trata la novela casi parece ciencia ficción, aunque no hace tanto tiempo que este grupo terrorista seguía en activo, y aún hoy sigue sin desactivar, aunque ya no sea operativo, uno se puede preguntar si tienen sentido estos "Cien metros", la distancia  moral que separa la vida de la muerte. Y desde luego todavía tiene sentido leer esta novela -literatura en estado puro-, recuperar una memoria de un tiempo lejano, pero no tanto, donde las víctimas y los verdugos son víctimas y verdugos de una ideología -un nacionalismo mal entendido- que en periodos de crisis como el actual ya no engendra monstruos y asesinos, pero si movimientos sociales perfectamente manipulados por el poder. Decir que existe una versión cinematográfica de esta historia rodada por Alfonso Ungria en 1985 e interpretada por Patxi Biquet, Carlos Zabala y Klara Badiola, entre otros.

viernes, 26 de septiembre de 2014

YVES SAINT LAURENT -JALIL LESPERT


Intentando recuperar mi afición por el cine. "Yves Saint Laurent" [2014] de Jalil Lespert. No espero demasiado. Tampoco soy un gran aficionado a las películas sobre personajes famosos sean actores, cantantes, literatos o diseñadores de moda. Hay demasiadas. Sí que suelo leer biografías o autobiografías, pero creo que en el cine las vidas de estos personajes se transforman en una acumulación de lugares comunes y en un ejercicio de superficialidad, salidas de tono y morbo mal entendido. La vida del diseñador Yves Saint Laurent [Orán, 1936-París 2008] ofrecía suficientes ingredientes para rodar un  biopic " más grande que la vida". Genio precoz, tímido, neurótico, homosexual, adicto a diversas sustancias, provocador. La película recorre gran parte de su vida desde que a los 21 años es contratado por la casa Dior hasta sus años finales donde la enfermedad no le impide seguir creando, porque como dice su amante en la película, el diseñador solo era feliz dos veces al año, cuando presentaba sus dos colecciones. Saint Laurent es un personaje con muchas aristas, con un lado oscuro y atormentado. No sale excesivamente bien parado del retrato oficial que le ha preparado su compañero, amante y socio Pierre Bergé. Porque ésta es una biografía cinematográfica bendecida por Bergé. Comienza con la imágenes de la venta de muchos de los objetos artísticos que compraron juntos y que compartieron y acaba con una ausencia. Hay amor y traición y promiscuidad y lujo y un aire de época muy conseguido. Y es que la vida conlleva traiciones y derrotas. El genio precoz e introvertido del principio acaba convertido en un provocador cómodamente instalado en la cumbre del narcisismo. No existe demasiada felicidad en la vida del diseñador. Quizá tampoco la necesite. Tiene su arte. Eso debería bastar, pero nunca basta; aunque la gente común y corriente, la gente de la calle, de a pie, crea que es suficiente. El talento no es un don. Es un castigo porque generalmente implica una personalidad problemática a nivel íntimo. La banalidad del oropel y más en el caso de un diseñador de moda encubre las taras sentimentales y emocionales del personaje. Bergé a pesar de ser la voz en off tampoco sale muy  bien parado. El amor es un juego de poder, de intereses y ambiciones. Aquí más que nunca. A ratos las imágenes van más allá de lo que se muestra, pero no siempre profundizan. La película sucede, acontece. A ratos deslumbra, aunque es como la superficie de un estanque en cuyo fondo las aguas son turbias y fangosas. Me queda por ver la otra versión; la versión no oficial de la vida del diseñador; la que no ha contado con la bendición oficial de Pierre Bergé. Se trata de "Saint Laurent" sin el Yves [2014] dirigida por Bertrand Bonello. Puede que entonces tenga las dos caras de la moneda y pueda comprender mejor a ese genio de la moda que fue Yves Saint Laurent.

domingo, 21 de septiembre de 2014

LA FIESTA DE LA INSIGNIFICANCIA MILAN KUNDERA


Mi amigos me envidian y me detestan a partes y iguales porque suelo ser excesivamente brillante cuando me molesto hablar. Siempre tengo la respuesta en la boca casi antes que hagan la pregunta. Siempre poseo una replica a la altura de las circunstancias, una frase de doble sentido o una respuesta que descoloca. Han sido muchos años de entrenamiento.Y cuando no la tengo me callo, cosa que otros no suelen hacer. Pero no siempre fue así. Durante muchos años fui el niño que era un cero a la izquierda, durante muchos años intenté pasar desapercibido en clase a pesar de conocer las respuestas a las preguntas, durante mucho, mucho tiempo, sufrí, me sentí culpable, anhelé ser un fantasma, el hombre invisible, un ser insignificante. Aunque los demás pensasen que por eso mismo era un mediocre. Porque quien calla otorga.  Milán Kundera [Brno, 1929] en su última novela viene a demostrar que la insignificancia es una valor en alza. O debería serlo en una sociedad tan estúpida y homogénea  como lo es la actual. Kundera a sus 85 años no ha escrito una obra maestra después de 14 años de silencio. Desde el 2000 cuando publicó "La ignorancia". Hemos pasado de la ignorancia a la insignificancia. No. A sus 85 años Kundera se ha sentido lo bastante libre para escribir lo que le ha dado la gana. Y le ha salido un vodevil. Algo muy francés. Algo muy liviano en apariencia, leve como el ala aleve de un leve abanico de plumas de ángel. Una  novela que no es una novela sino una  obra de  teatro para títeres de la cachiporra. Una farsa, un esperpento, que no hubiera desdeñado Valle Inclán. Un grupo de amigos que pasean por París, van a una fiesta y siguen paseando por París. Ésa es la trama. Quizá lo que hacen no es importante. Lo importante está en lo que dicen, aunque lo digan en un lenguaje inventado para la ocasión: el paquistaní, pero con k. Se mienten unos a otros. Podría ser una obra de teatro con acotaciones de entradas y salidas. Los personajes cuentan anécdotas. Se habla de Stalin y unas perdices. Uno de los personajes habla de su madre. Otro se inventa una enfermedad mortal. Otro intenta ver una exposición de Chagal, pero siempre termina desistiendo ante las colas interminables. Hay plumas de ángeles y Armagnac. Los personajes intentan llenar el vacío de la soledad. "El ser humano no es sino soledad. Una soledad rodeada de soledades". La novela o la obra de teatro que se intuye, comienza  hablando del erotismo de los ombligos, que ha venido a sustituir al erotismo de las nalgas y los pechos y  los muslos y acaba con Stalin disparando a las estatuas de las reinas de Francia. Pasamos del erotismo del deseo al erotismo de la exhibición. La sociedad contemporánea nos ha cosificado y uniformizado hasta convertirnos en  seres estúpidos. Kundera nos habla de asuntos muy serios de la realidad social de esta época pero se permite el lujo de hacerlo desde la ironía reflexiva y la sátira constructiva. No evita los episodios grotescos. El asunto de la incontinencia urinaria, por ejemplo. Deducimos que  vivimos en una sociedad profundamente deshonesta y nihilista, pero Kundera se lo toma con buen humor porque solo desde ese punto de vista es posible aceptar al otro y retratar a una sociedad actual  y a un poder político y económico que han perdido el sentido del humor. La tiranía carece de humor y de ironía para reirse de sí misma. Kundera realiza un recital de inteligencia y dobles sentidos. Es brillante aunque nos habla de la insignificancia, que es intentar no ser brillante, de la inutilidad de ser brillante. Es paradójico. Hay que alcanzar los 85 años - haber trabajado como pianista de jazz o limpiador de escaparates- para lograr escribir esta novela que ni siquiera es una novela, se quedaría casi en nouvelle. En apenas 138 páginas Kundera elabora un discurso humorístico sobre los males que gobiernan el destino del  hombre del actual.  Un discurso lúcido y honesto sobre la banalidad del presente y la banalidad del mal. "La vida es una lucha de todos contra todos". Una nouvelle que es una obra de teatro para cinco personajes y autor omnipresente en siete capítulos o escenas. Una novela de estructura libérrima, a ratos musical, a ratos como si se tratase de un puzzle donde los fragmentos encajan por contigüidad. Un artefacto literario que nos obliga a pensar, aunque a veces, lo que pensemos no esté de acuerdo con lo que el autor nos dice. A mi me ha sucedido con una de las afirmaciones: "La vida es más fuerte que la muerte, porque la vida se alimenta de la muerte".  Para un pesimista como yo siempre será a la inversa: "La muerte es más fuerte que la vida, porque la muerte se alimenta de la vida". Se trata solo de una pequeña discrepancia. Por los demás les recomiendo encarecidamente que compren entradas para está fiesta de la insignificancia. El precio es módico y la risa está garantizada.

viernes, 19 de septiembre de 2014

LAS MARISMAS ARNALDUR INDRIDASON


Nueva serie policíaca en mi vida. La serie del inspector Erlendur Sveinsson. Un país Islandia. Un nuevo escritor de genero: Arnaldur Indridason [Reikiavik, 1961], que se une a la larga lista de escritores que han ido acumulándose en mi biblioteca desde que a los quince años llegaron a mi lamentable vida de adolescente solitario Hércules Poirot, Miss Marple y Agatha  Christie. Lo hicieron para quedarse y antes de los dieciocho había leído  setenta u ochenta novelas de la reina del crimen. Luego vinieron otras, y otros. Pero a todos, en algún momento, terminé por serles infieles cuando me cansaron y se tornaron rutinarios y previsibles. Aunque a veces volví sobre mis pasos, pero solo puntualmente. "Las marismas" [2000] es un nuevo comienzo cuando estoy a punto de cerrar la puerta a una serie, la del detective Martín Beck, de la que sólo me queda una novela por leer.  Erlendur sustituirá a Beck. Islandia a Suecia. A Indridason le gustan los asuntos del pasado, la lluvia y la culpa y el pecado. Todos ellos temas altamente morales y perversos. En "Las marismas" como en toda buena novela policíaca que se precie hay un crimen inicial y un misterio que resolver. En eso no es nada original, pero el resto es magnifico y deprimente. Incluido el personaje de la hija drogadicta del inspector. Hay violaciones, hijos ilegítimos, chantaje y una enfermedad terminal hereditaria. Y sobre todo hay mucho dolor. Una profunda reflexión sobre el dolor y la culpa. Sobre cómo algunas personas asumen la culpa y otras no. Sobre como los hijos asumen las culpas de los padres. Y una radiografía potente de un país. La novela negra siempre es una radiografía. Algo en blanco y negro. Un asunto de huesos y manchas. La segunda novela de la serie ya descansa entre mis libros para el mes que viene.  

sábado, 13 de septiembre de 2014

HÉROES RAY LORIGA


Héroes [1993] Marca de fábrica, Ray Loriga.Hay novelas a las que el paso el tiempo no ayuda y otras a las que el paso del tiempo uno  no sabe bien si las ayuda. Con "Héroes nos se a que carta quedarme". La he leído ahora, tanto tiempo después, porque en su momento yo estaba leyendo otras cosas. Mi realidad era otra. Mi ideales también. A veces uno tiene que recuperar el tiempo, soslayar errores, reparar deudas. Prosa poética. Es una manera de entender estas 174 páginas. No sé muy bien si se trata de una novela o de una sucesión de relatos breves unidos por la voz narrativa de un adolescente descontento con el universo. jodidamente descontento. Cerveza, coches americanos, música y citas cinematográficas. La novela podría acabar donde acaba o continuar cien páginas más. No importa. Vivimos en la sociedad del fragmento y del microrrelato y del aforismo. "Héroes" se adelanta al futuro y a ratos es políticamente incorrecta. Las mujeres sean rubias, o no, no salen muy bien paradas. Entre coño y estar jodido el narrador entra y sale de su cuarto de castigo de seis metros que es su mejor refugio contra la hostilidad del mundo. "Estar bien es una especie de carga, estar bien significa estar dispuesto y ese estado te lleva inevitablemente a algún tipo de enfrentamiento". El individuo frente al mundo. El narrador tiene un hermano y una hermana. Y sueña con una chica rubia y con la Plaza Roja por donde conduce un camión cargado de dinamita. El protagonista no quiere ser pesimista y cuando tenía catorce años rezaba todavía. En algún momento tuvo un trabajo de esos que atan los días y los hacen iguales. El protagonista tiene la sensación de que ha "estado viviendo en una carretera de un solo sentido demasiado tiempo". No parece avanzar sino más bien dar vueltas en círculos. Da buenos consejos: "Olvídate del mapa pero no te olvides del tesoro". Se pregunta quién será el cuando pasen los años y ya no sea el que es. "Dentro de algunos años habrá otro que lo vera todo de otra manera por mí". Al narrador le gustaría querer abrazar a la misma mujer a la que se quiere follar.  Mientras "los días tienen los bordes afilados como una lata de atún y el cielo cuelga de un gancho de carnicero". Las imágenes se suceden, son potentes. Como el retrato del autor en la portada de la novela. Fondo y forma. El protagonista aprende a correr en todas las direcciones. Algunos de sus deseos son atroces: "...deberían vender pistolas sin licencia para que los niños que nunca cumplirán veinte años pudieran defenderse de los hombres que nunca tuvieron quince". El autor intenta provocar a ratos: "Pocas mujeres saben que sus coños pueden resultar tan tristes como nuestras pollas y que a sus gloriosos cuerpos también les crecen pelos en el culo". El un momento dado se habla de la tiranía de la perfección. "La primera gran pérdida de la vida adulta son los amigos". Queda dicho. Habla del amor como de un asunto de agujeros que deben ser rellenados y de que todo está mal desde el principio. Dice que las cosas tienen que encajar y que tenía un amigo "al que le gustaba mucho que le dieran por el cuelo. Era un chico muy guapo y tenía éxito con las chicas y todo eso. Las chicas se volvían locas con él y a él le encantaban las chicas, pero luego volvía ese picor constante en el agujero del culo y le encantaba que le metieran pollas por el culo, cuanto más gordas mejor". Pues eso. También afirma que la vida se escapa por los agujeros y que cuando contempla su álbum de fotos tiene la sensación de haber sido mejor antes. ¿Quién no tiene esa sensación?  Y así, página a página, el narrador nos cuenta cosas que a veces tienen que ver y a veces no tienen nada que ver. Sinceramente, no creo que "Héroes" sea una novela aunque la vendan como novela, pero se trata de literatura, de excelente literatura. Y cuando uno acaba de leerla se siente un poco como el protagonista: como un negocio que va cambiando de dueño.

viernes, 5 de septiembre de 2014

POESIA EN EL PATIO DEL POETA EN OCTUBRE

 No soy muy partidario de la autopromoción. Así me va. Pero de vez en cuando hago alguna excepción. Esta vez  es una de ellas. Y más que nada porque no me incumbe a mí solo, sino porque incluye a otros poetas como son José Luis Zerón, su mujer Ada Soriano y José María Piñero.  Si alguien tiene memoria histórico-literaria y sabe de revistas literarias, concluirá que se trata del equipo de redacción de la  extinta y mítica  Revista Empireuma. Mi papel en el equipo de reacción era más nominal que práctico. Escaso mérito. Uno no va a ponerse medallas que no le corresponden. Eso sí, escribí bastantes artículos y reseñas en ella durante algunos años de euforia literaria. En octubre leerán poemas nuestros en el patio de la casa  museo del poeta Miguel Hernández en Orihuela y nosotros como invitados de piedra firmaremos ejemplares de los poemarios que .la Catedra Fernando de Loaces de la Universidad de Alicante nos publicó en tiempos más propicios para la lírica. Será todos los miércoles de octubre.  A mí me toca el turno el día 15. El poemario: Donde nunca ya nadie [2007],  poemario que cierra mi tetralogía imposible, compuesta por,  Hasta ya no más nunca [1999] Premio Paco Molla, Tal vez como si nunca [2001]  Premio Esperanza Spinola  y Liturgia de la profanación[2002] Premio Ciudad de Morón. La Catedra Fernando de Loaces regalará ejemplares del poemario a los asistentes al acto.  Dejo aquí debajo un par de poemas de "Donde nunca ya nadie".





sábado, 30 de agosto de 2014

EL ARMARIO DE ACERO / ANTOLOGÍA

 

El armario de acero. Amores clandestinos en la Rusia actual. [2014, editorial Dos Bigotes. Por el título podría parecer un  sesudo ensayo sobre la homosexualidad en la Rusia represiva y punitiva de los últimos años de un Putín con efecto"Rasputín". Pero no. Nada más lejos. Es una antología de poemas y relatos gais. Me niego a utilizar la expresión "cuento gay". Hay más de relato de una realidad dura y contradictoria que cuento alrededor de la lumbre de una chimenea. Debería leerse solo como literatura, sin etiquetas, pero aquí la etiqueta es un plus. Un plus reivindicativo en una coyuntura social y cultural compleja y difícil. 17 autores, un caleidoscopio de miradas distintas, a veces divergentes, a veces convergentes. Hombres y mujeres con una sexualidad distinta que hablan de ella abiertamente, sin cortapisas ni complejos: No seduzcas al ángel, amigo mío, si te vas a quedar aquí. / Solo llévatelo bajo tu techo, / tómalo a la fuerza, / mete tu lengua en su boca, / acarícialo suavemente...[Aleksander Belyk]; Tengo un cuchillo en lugar de polla / En lugar de lengua una chocolatina / Si te beso, sabe dulce / Si te amo, muere [Galina Zelenina]. Puntos de vista complementarios, o no. Importa acaso. La selección de autores es del poeta y activista Dmitry Kuzmin [ nacido el 12 de diciembre 1968] Resalto lo del 12 de diciembre porque yo también nací en fecha similar, pero unos años antes. Curiosidades que no vienen al cuento. La traducción es de Pedro Javier Ruiz Zamora.  Una edición exquisita en todos los detalles.17 autores, 17 voces que van desde la sorpresa inicial del primer relato de la antología "La polla" de Aleksander Anasevich,  hasta ese epílogo protesta final: "Unas palabras sobre el metro de Moscú y ser gay" firmado por recopilador. Entre ambos textos, sexo y denuncia, indignación y humor, procacidad y ternura y compromiso y algo más. Un tono metaliterario, culto, que es inherente-se trata de una intuición mía, por supuesto-, a la mayoría de los escritores gais sean del país que sean. Una patina. Un plus. Es complicado conocer o valorar a un autor por solo dos o tres cuentos o solo dos o tres poemas. Creo que la valentía y el valor de "El armario de acero" está realizar una instantánea, una foto fija de un determinado tipo de literatura LGTBI en un  determinado país que limita las libertades individuales y oprime a los escritores  que nos se ajustan a la ideología dominante. La mayoría de de los escritores seleccionados son desconocidos por estos lares, si exceptuamos al polifacético Slava Mogutin, exiliado en Estados Unidos, donde además de escribir es performer y, por qué no, actor porno y a quien pertenece uno de los relatos que más me ha gustado de la antología. También Margarita Meklina vive refugiada en San Francisco. Me han llamado más la atención los poemas que los relatos. Son como la vida. Poseen una extraña mezcla de lirismo, crueldad y explicitud carnal. Son como un desafío. Como decir, un poema es un acto del cuerpo. Un acto físico y todo acto físico es un acto de la mente,  un acto ideológico. Yo podía follarte y tú lo deseabas tanto / y me lo pedías, y con tus manos fuertes / te separabas las nalgas / para que yo pudiese entrar ...[Dmitry Kuzmin]; No, no fue en la escuela donde cambié, / pero a veces lo hecho de menos. / Y América  brilla bajo las luces de neón, / y Fiodor Mikhailovich, empalmado, / quiere sabe, Dios no lo quiera, y no sabe cómo. [Sergei Finogin]; El aroma de la polla de un soldados no tiene parangón / lo saben bien en Nueva York Berlín y Niza / allí conocen todo acerca de la ternura / cuando olisquean la entrepierna [Slava Mogutin]; Emperadores de Sodoma en casas vacías y polvorientas / calcetines rotos, marchitos, junto a brillantes botellas / y montañas de ropa sobre mesas y sillas, pósters de desnudos para estos cuarentones de dientes podridos, agujereados / que se confían a la triste y sucia carne...[Aleksander Murasov]; El agresor le contesto: / "Anda, hazme una mama / venga, nadie se va a enterar" / Olía a sudor de viejo / bajo el techo, el repiqueteo de una batalla de relojes [Dmitry Volcheck] Y están además tres o cuatro relatos excelentes. Mi favorito: " La increible y triste historia de Misha Stritkov y su cruel esposa" de Vadim Kalinin, creo que es de todos el escritor que más me gusta de la antología, pero también " La muerte de Misha Beautiful" de S. Mogutin o el primer relato sin título de Vasili Chepelev. No solo hay literatura de altura, perdón por lo fácil de la rima, sino esas referencias culturales de las que antes hablaba y que convierten a la comunidad gay en una comunidad sin patria ni país donde la literatura y la cultura son un vínculo y un espejo donde construir la identidad sexual. Referentes que se esparcen por poemas y relatos: Jeff Striker, "Jeffrey", la película, Farinelli, Los chicos del coro, Calvin Klein, Nueva York, Berlín, Amsterdam, Bertolt Brech, Ray Bradbury, S. King, Tolkien, Murakami, O. Wilde, Italiano para principiantes, Holden Caulfield, Tam Sawyer y Huckleberry Finn, Terminator 2, Van Gogh, Marilyn Monroe, My bloody Valentine, Bruno Schulz, E.T.A. Hoffman, Gustav Meyink, Philip Waller, Georgia O ´Keeffe, William Burroughs, Rainer W. Fassbinder, Gus Van Sant, Jean Genet, Michael Jackson, Von Gloeden, Liliana Cavani, Tom de Finlandia, J. P. Cadinot, Miguel Ángel, Salinger, Fritz Lang, Jim Jarmusch, Francois Truffaut, Petrarca, Elvis Presley...Puertas abiertas en mitad de relatos y poemas hacia mundos posibles.Cultura y Literatura. Compromiso y ética. Solo una comunidad culta con las ideas claras puede ser capaz de trazar su futuro. "El armario de acero" es un libro  que ayuda a conectar personas  a través de  literatura de alto voltaje y toda una declaración de principios.

martes, 26 de agosto de 2014

PIEDRAS NEGRAS, JESÚS ZOMEÑO


Leo "Piedras negras" de Jesús Zomeño [Alcaraz, 1964] Relatos ambientados en la Primera Guerra Mundial. Podrían estar ambientados en cualquier guerra. Todas las guerras son iguales. La guerra no es el tema sino el recurso. Conocía a Zomeño como poeta, no como narrador. Me ha sorprendido. Mucho. Gratamente. Los relatos son breves. Lacónicos. Como bofetadas. Estructurados sobre la palabra, no sobre la descripción narrativa. Son lo que dicen: Lo que ansío de esta guerra es sobrevivir y tener un hijo.  No importa lo que suceda si podemos olvidar después. No existe posibilidad de olvido. Zomeño arroja las palabras sobre el lector como si fuesen piedras. No teme hacernos daño. No le importa. Su función es otra. La función del escritor es otra. El lector tiene que evitar que las piedras le lastimen y luego recogerlas, levantar un muro o colocarlas ordenadas en alguna vitrina. Colecciono objetos inútiles de esta guerra. Dice uno de los personajesEl libro de relatos tiene dos partes: Metralla de cuerpos celestes y Mapas, 1916. Unos  relatos suceden en el frente, en las trincheras, o más o menos en la mente de los soldados que están en el frente y en las trincheras. Los otros suceden en ciudades que estuvieron implicadas en la Gran Guerra: Praga, Bruselas, París, Cracovia..La diferencia es mínima. El tono es similar. Frases cortas, contundentes, casi aforismos y un ritmo como de plegaria. Y claro, esos comienzos  fulgurantes que son como una patada en la frente a la que se agarra el narrador para no sucumbir aplastado por el peso de la historia, de su pequeña historia: El último día de la guerra: Otto se suicidó el día que terminó la guerra. La tregua: Me fusilan. Mañana me fusilan. En el hospital: En la cama de al lado, Adelfried cuante que su novia  tiene dos o tres tetas  y que sonríe cuando él se las toca. El cadáver: Estoy comiendo junto a un muerto. Tengo hambre. La cruz de todos los fracasos: He escupido tres veces en la misma esquina de Lisboa. Mi esposa me es infiel: Mi esposa me es infiel, lo confiesa en sus cartas. El desertor: Cuando murió mi padre deserté de la guerra. Tatuados: Hacía tiempo que a Dagmar Sorensen le excitaba vestirse de mujer para hacer el amor con su esposa. Pero no se trata solo de principios y finales sino del propio desarrollo del relato que adopta formas sorprendentes a veces: forma de carta, de monólogo, de listado...y de esas frases que, como aforismos metafóricos, brillan dentro de la prosa como piedras negras entre un montón de pulidas piedras blancas: La vanidad no es un buen motivo para morir [15] No tiene sentido escribir sobre lo que no comprendo...[19] Es sencillo negar lo que no tenemos delante, hemos reducido la vida a lo que es posible. [25] Somos gente civilizada cuando sostenemos una taza de té en la mano. [26] Cada paso hacia delante deja atrás una huella. [31] Mi mujer es feliz porque sabe que no le queda otro remedio.[53] La eternidad no me interesa porque no creo que las piedras sean felices...[60] La limpieza serena el ánimo, porque en lo perfecto no existe el polvo. [72] El capricho es lo que relaja la vida e incita al arte...[73] La crueldad protege los buenos sentimientos [86] Llueve dentro de la sed.[95] No me gustan las leyendas cuando hacen de la verdad un lugar miserable...[108] La vida de la gente humilde requiere una línea recta  por la que caminar despacio con la cabeza agachada. [111] El miedo confunde  y bloquea la voluntad  y el ánimo de tus enemigos [113] Podría seguir, pero lo dejo. Hay que leer con detenimiento un relato como Carrusel (Bruselas). Parece escrito pensando no en los soldados invasores sino en los políticos actuales que son como esos soldados invasores que vienen a imponernos sus leyes. "Piedras negras" es un libro de relatos repleto de matices y sugerencias. Una última cita: Me doy cuenta de que es terrible estar ciego, porque a quienes abren los ojos y pueden ver la realidad les limita el espanto; sin embargo, estando ciego, nada limita lo que imagino. Si fuera posible, este sería un libro para ser leído con los ojos cerrado, para que nada límite nuestra imaginación. Ni siquiera el espanto.