sábado, 13 de septiembre de 2014

HÉROES RAY LORIGA


Héroes [1993] Marca de fábrica, Ray Loriga.Hay novelas a las que el paso el tiempo no ayuda y otras a las que el paso del tiempo uno  no sabe bien si las ayuda. Con "Héroes nos se a que carta quedarme". La he leído ahora, tanto tiempo después, porque en su momento yo estaba leyendo otras cosas. Mi realidad era otra. Mi ideales también. A veces uno tiene que recuperar el tiempo, soslayar errores, reparar deudas. Prosa poética. Es una manera de entender estas 174 páginas. No sé muy bien si se trata de una novela o de una sucesión de relatos breves unidos por la voz narrativa de un adolescente descontento con el universo. jodidamente descontento. Cerveza, coches americanos, música y citas cinematográficas. La novela podría acabar donde acaba o continuar cien páginas más. No importa. Vivimos en la sociedad del fragmento y del microrrelato y del aforismo. "Héroes" se adelanta al futuro y a ratos es políticamente incorrecta. Las mujeres sean rubias, o no, no salen muy bien paradas. Entre coño y estar jodido el narrador entra y sale de su cuarto de castigo de seis metros que es su mejor refugio contra la hostilidad del mundo. "Estar bien es una especie de carga, estar bien significa estar dispuesto y ese estado te lleva inevitablemente a algún tipo de enfrentamiento". El individuo frente al mundo. El narrador tiene un hermano y una hermana. Y sueña con una chica rubia y con la Plaza Roja por donde conduce un camión cargado de dinamita. El protagonista no quiere ser pesimista y cuando tenía catorce años rezaba todavía. En algún momento tuvo un trabajo de esos que atan los días y los hacen iguales. El protagonista tiene la sensación de que ha "estado viviendo en una carretera de un solo sentido demasiado tiempo". No parece avanzar sino más bien dar vueltas en círculos. Da buenos consejos: "Olvídate del mapa pero no te olvides del tesoro". Se pregunta quién será el cuando pasen los años y ya no sea el que es. "Dentro de algunos años habrá otro que lo vera todo de otra manera por mí". Al narrador le gustaría querer abrazar a la misma mujer a la que se quiere follar.  Mientras "los días tienen los bordes afilados como una lata de atún y el cielo cuelga de un gancho de carnicero". Las imágenes se suceden, son potentes. Como el retrato del autor en la portada de la novela. Fondo y forma. El protagonista aprende a correr en todas las direcciones. Algunos de sus deseos son atroces: "...deberían vender pistolas sin licencia para que los niños que nunca cumplirán veinte años pudieran defenderse de los hombres que nunca tuvieron quince". El autor intenta provocar a ratos: "Pocas mujeres saben que sus coños pueden resultar tan tristes como nuestras pollas y que a sus gloriosos cuerpos también les crecen pelos en el culo". El un momento dado se habla de la tiranía de la perfección. "La primera gran pérdida de la vida adulta son los amigos". Queda dicho. Habla del amor como de un asunto de agujeros que deben ser rellenados y de que todo está mal desde el principio. Dice que las cosas tienen que encajar y que tenía un amigo "al que le gustaba mucho que le dieran por el cuelo. Era un chico muy guapo y tenía éxito con las chicas y todo eso. Las chicas se volvían locas con él y a él le encantaban las chicas, pero luego volvía ese picor constante en el agujero del culo y le encantaba que le metieran pollas por el culo, cuanto más gordas mejor". Pues eso. También afirma que la vida se escapa por los agujeros y que cuando contempla su álbum de fotos tiene la sensación de haber sido mejor antes. ¿Quién no tiene esa sensación?  Y así, página a página, el narrador nos cuenta cosas que a veces tienen que ver y a veces no tienen nada que ver. Sinceramente, no creo que "Héroes" sea una novela aunque la vendan como novela, pero se trata de literatura, de excelente literatura. Y cuando uno acaba de leerla se siente un poco como el protagonista: como un negocio que va cambiando de dueño.

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