domingo, 26 de octubre de 2014

LECHE MARINA PEREZAGUA


Excelente portada. Detrás de una portada como ésta solo puede haber algo sutil y sofisticado, impecable y turbio. Así son los relatos del segundo libro de Marina Perezagua [Sevilla 1978]:  "Leche", sutiles, sofisticados, cautivadores, impecables, brutales, turbios, turbulentos y casi siempre desoladores. Creo haber reseñado aquí su primer libro de relatos [Criaturas Abisales] donde el asombro era parte de su encanto. Ahora ya no hay asombro posible sino virtuosismo de una autora con mundo y un estilo propios. Es decir con mirada propia. Una mirada esquinada e insólita que nos ofrece perspectivas diferentes sobre los temas de siempre: la humana condición. La sorpresa está servida. Perezagua  asume riesgos y consigue hacer fácil lo difícil. Dar credibilidad a lo inesperado y a lo que podría ser maravilloso y termina siendo cotidiano. Hay algo malsano en los relatos de esta escritora perversa. Son catorce relatos. Entre ellos, "Little Boy" reúne todos los elementos de la pesadilla. Un acercamiento poco convencional al tema del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y sus consecuencias. Su relatos ahondan en los aspectos aberrantes y bizarros de la vida. Los argumentos desconciertan, descolocan, aunque en el fondo hablen de la condición humana. Personajes vulnerables aunque poco corrientes. Esa mujer que cuida del marido desfigurado. Esa hija que vuelve a casa para reprochar al padre todo lo reprochable, especialmente que le leyese la metamorfosis  de kafka antes de dormirse. Ese profesor enamorado de la alumna. Esa mujer que yace con una raza mítica y pare minotauros. Ese padre que ante la ausencia de leche de su mujer y la desesperación encuentra la manera de alimentar a su retoño. Ese condenado a muerte que resume en su finitud toda la historia de la humanidad. Ese camionero que recorre día tras día la misma carretera por inercia y acaba asumiendo una culpa que no es suya, pero que podría serlo. Historias que podrían resultar aberrantes en otras manos y fluctúan entre lo terrible y la ternura. Seres postrados, enfermedad, deformaciones corporales y espirituales, sexo poco convencional son el fondo, pero este material de partida tan resbaladizo literariamente está trabajado y tratado con elegancia y precisión quirúrgica. Una elegancia no exenta de aristas y brutalidad. Una precisión que elimina todo ornato, toda frase superflua, todo adorno. Si que puede existir literatura y belleza  no solo después de Auschwitz, sino también  después de la bomba de Hiroshima o la masacre de Nanking. Solo es necesario encontrar el ángulo del horror desde el que asomarnos a la historia y que la historia nos conmueva porque contiene algo de nosotros. Eso es la verdadera literatura. Lo sabía muy bien Kafka. Y lo sabe muy, pero que muy bien, Marina Perezagua, por muy civilizados que aparentemos ser, por muchas leyes que nos demos, todos llevamos dentro un monstruo. Es condición indispensable del ser humano. Por eso leer a Marina Perezagua es encontrarnos con lo más profundo de nosotros mismos, con ese animal intuitivo e instintivo que nos hace al mismo tiempo ominosos y vulnerables. La inhumana condición. De eso trata "Leche". No la desperdicien, sería una verdadera lástima. Su lectura les hará más fuertes.

sábado, 25 de octubre de 2014

A ESCONDIDAS MIKEL RUEDA


Hago la reseña de "A escondidas" de Mikel Rueda, o lo que  quiera que este post sea - no soy especialista en nada, sólo interprete de la temperatura cultural del momento, francotirador desde mi esquina del mundo-, cuando soy consciente de que la película ha desaparecido de las carteleras de la ciudad que habito. Es un extraño lujo que se haya estrenado. No es una una película ni fácil ni cómoda y trata un periodo vital complicado: la adolescencia y por unos temas complicados. Apuesta por enredar el argumento para crear interés, puesto que lo que nos cuenta si lo hubiese hecho de manera lineal quizás interesase menos. Ya se sabe que los espectadores son cómodos y necesitan estímulos. Hay un adolescente marroquí y un adolescente vasco. Ambos con diferentes problemas y tesituras. Se habla del problema de los inmigrantes, pero ese no es el tema central aunque si es determinante del comportamiento de los personajes. Lo importante es la incipiente historia de amor entre los dos protagonistas. O más bien, la incipiente atracción de los dos protagonistas Ibrahim y Rafa. Los elementos extraños apenas están apuntados. El padre de Rafa y su machismo. El  mejor amigo de Rafa que posiblemente sienta por Rafa lo mismo que éste siente por Ibahim. El grupo de adolescentes bordes. La trapicheo con la drogas. La falta de perspectivas vitales. La abulia de los servicios sociales y la burocracia. No hay devoluciones en caliente, pero el gobierno se las apaña para realizar devoluciones en frío. Tanto da. Hecha la ley hecha la trampa. Podría ser una película de tesis, pero opta por la emoción. Y no intenta hacer trampas. No juega a las emociones baratas o al sensacionalismo. El tema se presta a eso. Adolescencia y homosexualidad. Qué mezcla. ¿Qué hubiera hecho  Eloy de la Iglesia con un tema así? ¿qué hizo cuando trato un tema similar?  Claro, eran otros tiempos, otros campos de batalla. Mikel Rueda logra algo muy difícil, mantener la pureza del deseo de los protagonistas. La pureza del primer amor. La espontaneidad de un sentimiento tan delicuescente  que se desintegra en cuanto le pones la mano encima. Logra emocionar con la mirada de Rafa buscando a Ibrahim o en esos momentos en los que comparten plano si apenas decirse nada y al mismo tiempo diciéndoselo todo en silencio. El deseo siempre es una forma de silencio. En cuanto se delata y se convierte en algo parecido al amor, se corrompe. A algunos amigos míos no le ha gustado la película. Esperaban más carnaza, supongo. Aquí la emoción se queda a flor de piel. Una película triste con un mensaje esperanzador. Y aunque la esperanza no figura entre mis palabras favoritas, por una vez, voy a aceptar la esperanza como final feliz.

sábado, 11 de octubre de 2014

BLACK COAL - DIAO YINAN


Película china. Joder. Policíaca. Un trhiller negro. Negro como el carbón. Neomoderno. Bueno, un alivio, pero aún así china. El principio bien, acelerado, hasta el tiroteo en el salón de belleza, versus peluquería almodovariana made in china,  luego lenta, lenta, lenta, pero bien. "Black coal". Carbón negro". Le falta la otra parte del título. "Thin Ice". Hielo delgado. Eso está mejor. Una pista falsa. Hielo y carbón. Negro y delgado.1999 un cadáver despedazado. Restos dispersos por medio país. Unos policías algo lerdos. Ineptos. Un error de calculo. Un policía que lo pierde todo: trabajo, familia, autoestima: el inspector Hang. Caído en desgracia se suele decir. Alcohólico. Muy película de cine americano o europeo francés, tipo polar noir: el silencio de un hombre. El antihéroe que debe reinventarse, purgar su pecado. La posibilidad de redención. Cinco años después, dos nuevas víctimas relacionadas con la mujer del primer fallecido. Una viuda sospechosa. Fría. ¿Atípica mujer fatal o no? Las costumbres interfieren en la acción.  La victima quizá sea el verdugo. Al revés. Desolación, pesimismo e ironía. A ratos de una belleza fascinante. El amor como algo sucio, obsceno, como un juego de poder. Cada uno quiere su parte. El sacrificio como parte del amor. La soledad como parte del precio de estar vivo. Ambientada en Manchuria. Las desigualdades sociales se hacen evidentes. Un país que crece sin reequilibrar su riqueza. La injusticia capitalista mal repartida. Pocos escenarios. Una cantera. Un salón de belleza. Una lavandería. Una pista de patinaje sobre hielo. Una pista de baile. Un prostíbulo. Una noria de feria. Lo que se esconde detrás de la frialdad de Gwei Lun Mei se asemeja al miedo y al dolor. Sufrimiento en estado puro. Lo explica todo con la mirada. La película a ratos es un poco excéntrica. Su sentido del humor bordea lo burdo por momentos o es poco comprensible para mí como occidental. Me faltan referentes culturales. Me sobran esos fuegos artificiales del final, pero el director los justifica en una entrevista como una metáfora de la confusión entre lo que es justo y lo que es necesario. El policía ha resuelto el crimen, era necesario resolverlo, pero ¿eso ayuda de algún modo a la justicia? Alguien gana algo al final con la resolución del misterio. Todo es más confuso y más desolador y más negro. Ganó el Oso de oro del festival de Berlín. 

viernes, 10 de octubre de 2014

FELICES LOS FELICES YASMINA REZA


Un libro que comienza con una cita de  Jorge Luis Borges siempre crea expectativas. El último libro de Yasmina Reza [París, 1959] comienza con una: Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor. Felices los felices. Así comienza "Felices los felices". No hay demasiada felicidad en esta pretendida novela. Y digo pretendida porque se podría leer como un libro de relatos y no pasaría nada. 18 personajes. 18 historias. 18 monólogos. Eso sí la autora ha ido engarzando estos monólogos para que al final compongan la imagen de una historia moral. O inmoral. Como se quiera. No son personajes de la calle.Tienen un estatus y un estilo y dinero y poder y son cultos, pero felices, lo que se dice felices no lo son ni lo han sido, aunque lo aparenten. A través del monólogo -generalmente irónico-, Reza nos da la oportunidad de penetrar en los pensamientos más íntimos de sus personajes, esos que ni siquiera se comparten con la persona amada, esos que nos pertenecen a nosotros solos. Nuestro yo más dolorido. Hay varios matrimonio de edad diversa, hay padres e hijos, hay amantes  y un médico encantador según parecey  enfermedades terminales y sexo. El sexo como el estiércol sobre el que florecen las flores del mal. El mal es la sociedad actual y el  hipócrita concepto de pareja. Tenemos a los Toscanos y a los Blots y a los Hutner y a los Barnèche y a Loula Moreno y a Rémi Grobe y a Jean Ehrenfried que tiene la última palabra. Algunas situaciones son hilarantes a la par que patéticas. Por ejemplo; el hijo de los Hutner cree ser Celine Dion. Empezamos con una discusión conyugal no tan trivial sobre quesos y acabamos con una discusión sobre una bolsa de diez euros que ha servido para transportar las cenizas de uno de los personajes hasta el río de su infancia donde desea que sean esparcidas. Desolación. Desamor. Apariencias. Masoquismo. Insatisfacción. Un mundo de desafecciones sentimentales y de otro tipo. Más profundas. La vida. las vísceras de la vida. No había leído nada de Yasmina Reza. Creo que hace tiempo fui al teatro a ver "Arte". Y por supuesto he visto la película de Roman Polasnky sobre "Un dios salvaje". Los textos de Reza siempre esconden elementos suficientes de interés, como cargas de profundidad. No siempre resultan tan innovadores y tan modernos y tan perturbadores como ella quisiera. Pero reconozco que "Felices los felices" contiene momentos literarios espléndidos. A cada personaje lo suyo. "Nunca se me ocurre hablar con Dios. Siempre he pensado que no se puede importunar a Dios. No se puede hablar directamente con él." [Marguerite Blot] "Me parece lamentable que los muertos no tengan ningún poder" [M. Blot] "De un protagonista literario se acepta que se retire a la región de las sombras, pero  no de un marido con quien se comparte una vida doméstica" [ Odile Toscano] "¿Qué se le va a decir a un hombre que muy pronto dejará este mundo? Se le dice lo que quiere oír."[Vincent Zawada]  "Los hombres son absolutamente inmovilistas. El movimiento lo creamos nosotras."[Paola Suares] "Los viejos, personas de otra época que viven en el futuro" [Ernest Blot] "En la muerte todos estamos solos". [E. Blot] "El dinero nos liga como cualquier otra atadura" [Philip Chemla] "Los poetas no poseen la noción del tiempo. Son gente que te arrastra a melancolías inútiles". [P Chemla] "La complejidad humana no se reduce a ningún principio de causalidad" [P.Chemla] "Uno de los efectos del deterioro sentimental es que ya nada fluye. Todo se transforma en signo, todo hay que descifrarlo" [Rémi Grobe] "Es una estupidez pensar que el sentimiento acerca, por el contrario, consagra la distancia entre las personas". [R. Grobe] "Los sentimientos son cambiantes y mortales...Nada dura.La gente quiere creer lo contrario. Se pasan la vida recomponiendo los pedazos y a eso lo llaman matrimonio, felicidad o yo qué sé. [Chantal Audouin] "Las mujeres no se echan amantes. Se encaprichan, se montan películas. Se vuelven totalmente locas. Un hombre necesita un lugar seguro para enfrentarse al mundo" [Jean Ehrenfried] "La pareja es la cosa más impenetrable. Resulta imposible comprender qué es una pareja, incluso cuando se forma parte de ella." [J. Ehrenfried] "Cuando no estás bien los mejor es leer libros tristes" [J. Ehrenfried] "Existe un sistema  muy conocido para engatusar a las mujeres, lo sabe todo el mundo, y es no abrir la boca. Los tipos que gustan son silenciosos y ponen cara de mala leche" [Damien Barnèche]" No puedes ser feliz en el amor si no tienes una disposición para ser feliz" [Luc Condomaine] "...ser feliz es una disposición. Quizá no habría que tenerla en la infancia....Quizá tener una infancia feliz no es bueno para la vida posterior" [ L. Condomaine] " Las imágenes son aterradoras. Me gustaría que conforma avanza la vida todo se fuese borrando." [Hélène Barnèche]  "Es algo infrecuente. La gente no tiene una visión de la existencia. Únicamente tiene opiniones" [Robert Toscano] Se lee en un  suspiro y uno vuelve sobre ella para replantearse las relaciones entre los diversos personajes. La gracia está no solo en qué dice cada personaje sino en qué personaje dice cada cosa.  Ahí reside el talento de Yasmina Reza. El hacer decir las cosas a quién no debe decirlas. O tal vez no.

domingo, 5 de octubre de 2014

AHÍ OS QUEDÁIS


Más cine: "Ahí os quedáis" [2014] Shawn Levy en versión original a las cinco y cuarto en unos cines de Alicante. Todas las reseñas que he leído la ponen a caer de un burro como se suele decir. De mala sin remisión a peor que mala. Sin embargo a mí me ha encantado. Ir a contracorriente se me da bien. Así me va. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien viendo una comedia dramática que no es una comedia dramática sino un drama familiar escasamente divertido, a excepción de los chistes visuales o no sobre las tetas de Jane Fonda. ¿Por qué nos gustan una películas y otras no? No sé. Es todo tan subjetivo, independientemente de que la película este bien o mal rodada, interpretada, fotografiada. Me gusta el personaje principal interpretado por un actor que a mí no me gusta Jason Bateman. Lo borda. Un personaje inseguro que intenta controlar su vida personal, laboral, conyugal y que todo sea cómodo, confortable, rutinario y previsible. Pero como le dice su hermana, otra actriz que se supera, Tina Fey, la vida es imprevisible. La película es en cierto modo tan previsible y confortable como Jason Bateman quisiera que fuese su vida. Es la típica película americana sobre un grupo de familiares que se reúnen en torno a la casa o mansión familiar bien por un hecho luctuoso o una conmemoración, boda, Navidad. Aquí toca hecho luctuoso. La muerte del padre. Un judío ateo, según se nos dice, que los obliga a celebrar uno de eso ritos judíos asociados a la muerte: la Shiv´ah. Siete días de duelo en casa. Hay cuatro hermanos, tres chicos y una chica y una madre bastante desinhibida interpretada por la siempre estimulante Fonda. Cada hermano es infeliz por algún motivo. El mayor porque es demasiado sensato y se ha hecho cargo del negocio familiar y su esposa está histérica por ser madre después de ocho años de matrimonio. El pequeño porque no para de meter la polla donde no debe aunque aparece en el funeral con con una prometida inteligente y con estilo que podría ser su madre. La hermana porque sigue enamorada del vecino con el que sufrió un accidente cuando era joven y que le ha dejado con problemas de memoria y nuestro ínclito protagonista, comienza la película perdiendo el trabajo y la mujer a manos de su jefe. También hay un niño que se dedica a defecar en público en los momentos más inoportunos y que según se dice parece ser la única persona de la familia feliz. Se habla mucho del amor. Hay varias definiciones sobre el asunto. Los diálogos son de lo mejor. Los personajes expresan su insatisfacción y su represión verbalizándola.  La madre escribió un libro inspirado en la familia y sus traumas que fue un éxito y salvó el negocio familiar. Además de las tetas, la madre esconde algún secreto regocijante. El mensaje de la película es positivo. Cada uno resuelve sus problemas a su manera. Previsiblemente algunos no cambiarán nunca. Otros lo intentan. Existe un final diferido. Los actores encajan con sus papeles y uno encuentra lo que espera encontrar en este tipo de películas donde se airean viejas rencillas, rencores y frustraciones. No  se si el guión es flojo, pero la trama no ofende la inteligencia del espectador, lo cual es suficiente en estos tiempo de Torrentes por cinco. Y puede que demuestre que el famoso comienzo de Ana Karenina de Tolstoi no sea tan cierto como se pretende. Es posible que todas las familias felices no lo sean de la misma manera y que la infelices puede que lo sean cada una a su manera de la misma manera. Qué quieren que les diga, que yo me lo he pasado de lujo con esta comedia dramática tan poco cómica y que si puedo volver a verla, volveré a verla. 

sábado, 4 de octubre de 2014

LA ISLA MÍNIMA ALBERTO RODRÍGUEZ


Veo poco cine español porque me aburre el cine español de los últimos años, pero está vez he picado. España en los años ochenta. Cine de época. Cine negro de época. Dos policías antagónicos. Uno que viene del pasado, de la represión inherente al Régimen dictatorial que había imperado hasta unos años antes y  que parece estar de vuelta de todo. Otro que ha sido enviado al culo del mundo porque es un tocapelotas integral. Un grano en el culo de los círculos policiales y de los estamentos judiciales como se muestra en la película. Un crimen doble. Dos hermanas con fama se ser ligeras de cascos que aparecen violadas con sadismo y alevosía  durante las fiestas del pueblo. Un lugar muy concreto del sur de Andalucía, las Marimas del Guadalquivir. Un crimen doble que destapa otros crímenes anteriores. Un asesino en serie en la España de los ochenta. El tono es turbio y áspero. Hipocresía y normas sociales y prejuicios sociales. La mujer como un cero a la izquierda. El machismo latente de una sociedad, aquella,  que por desgracia abunda todavía hoy. Un país que quiere cambiar y romper las costuras de largos años de franquismo y tiranía y falta de libertad. Luchas obreras y caciquismo. De todo eso hay en "La isla mínima" de Alberto Rodríguez. Cine negro patrio con estructura de cine americano. El argumento se podría trasladar con facilidad al algún estado sureño norteamericano y solo cambiaría la ambientación pero no la negrura del argumento. El esqueleto noble de la historia que se nos cuenta. La tensa dicotomía de los antagónicos protagonistas es un punto a favor del film. Ambos actores  están soberbios. Aunque quizá Javier Gutiérrez tenga un plus por las aristas de su personaje. Reconozco no haber visto la película anterior de Alberto Rodríguez "Grupo 7" [2012]. Si que ví "After" [2009] Interesante la tensión que desprende la trama. Buen detalle que veamos al asesino un instante apenas, antes de saber quién es, y que luego solamente sea intuido en ese largo y modélico final repleto de violencia en la guarida del monstruo. Naturaleza e instinto. Jesús Castro el actor descubierto en "El niño" hace aquí un papel breve, pero sustancioso. Uno se queda prendido de sus ojos. Comprendemos lo que despierta en las adolescentes del pueblo. Un pijoaparte del sur con moto y sin  niña bien que lo redima. Fascinante el principio, esos planos en picado  de las marismas. Complejo ese final entre la comprensión, el perdón y la repulsión. Dicen  más las miradas y los gestos que las palabras. Porque el cine, el buen cine, no consiste en hacer evidente, lo que es evidente, sino en jugar con los elementos para evidenciar lo que está detrás de aquello que se nos cuenta. Gran película.