sábado, 30 de junio de 2012

EL TIEMPO ES UN SUEÑO POP, JUAN BONILLA



Último día de mes y me da por escribir un post sobre la biografía que Juan Bonilla [ Jerez de la Frontera, 1966 ] ha escrito sobre Terenci Moix [Barcelona, 1942-2003] Una biografía escrita desde el personaje que fue Terenci, pero pensando en el escritor que no llegó a ser Moix. Más que una biografía es una recreación, un  ligero ajuste de cuentas. Casi parece una novela; una novela psicológica. Casi es un ensayo literario de chico aventajado. Confieso que admiro a Bonilla tanto como admiro a Terenci. Y admiro al Bonilla poeta y al Bonilla cuentista, aunque confiese que no he leído ninguna de sus tres novelas. Por mi biblioteca andan "Partes de guerra" [1994], "El Belvedere" [2001], "Buzón vacío" [2005] y la mayor parte de sus libros de relatos; "El que apaga la luz" [1994], "La noche del Skylab" [2000], "El estadio de mármol" [2005], "Tanta gente sola" [2009]. También por mi biblioteca, entreverados, andan los libros de Moix: "No digas que fue un sueño" [1986] un regalo de cumpleaños de mi madre,"Olas sobre una roca desierta" [1969], cuya  portada es un fotograma de la película "Blow-up" de Michelangelo Antonioni con Vanesa Redgrave y David Hemmings, "El día que murió Marilyn" [1976], "Amami Alfredo" [1984], "Melodrama o la increada conciencia de la raza" [1980], un tomo de sus memorias; "Extraño en el paraíso " [1998], "Garras de Astracán" [1991], "Mujercisimas" [1996], "Chulas y famosas" [1999], además de los cuatro tomos de "Mis inmortales del cine" -los restos que salve de mi ruptura sentimental- y el segundo tomo de "Hollywood Stories" publicado por Lumen/ Palabra seis. Era de cajón que en cuanto vi en la mesa de novedades "El tiempo es un sueño pop" dejase de lado las obras que tenía pensado comprarme el mes pasado y me abalanzara sobre ella. La he devorado y puedo asegurar que es una lectura de la cual uno no sale indemne. Las magulladuras son profundas. La prosa es sedosa, pero con garras. No hay hagiografía, tampoco compasión mal entendida. Moix no termina de salir bien parado. Es un daguerrotipo. Moix era demasiado humano para lo divino que el se consideraba. Cuando un escritor estrella se expone como él se expuso a los focos de la atención mediática  se corre el riesgo de sufrir una sobre exposición lumínica y que el personaje eclipse al escritor. Sin embargo, Terenci Moix fue mucho más que todo lo que refleja este sueño pop. Cuando uno se acerca a sus páginas como yo me acerqué en mi adolescencia, uno es capaz de encontrar la pureza atroz de la verdad dicha sin cortapisa en una época en la que la verdad nos era escamoteada y ocultada bajo toneladas de hipocresía y represión . Al menos a Moix hay que reconocerle ese mérito y su enorme talento, quizás en parte desperdiciado por su contrastada afición al dinero rápido, que no fácil. A Juan Bonilla agradecerle el rescate de este autor con sus luces y sus sombras.  Con sus asombros y sus deslices. Porque como bien se dice en la biografía según  adagio de Nietzsche: "La magnitud de un hombre se mide por la cantidad de soledad que sea capaz de soportar".