sábado, 1 de junio de 2013

EL FIN DE SEMANA BERNHARD SCHLINK


De mis meses de ausencia  espiritual  de esta página recupero una lectura  necesaria: "El fin de semana"  publicada por Anagrama, de Bernhard Schlink [ Bielefeld, 1944].  Ya he hablado en otras entradas de este blog de los libros necesarios. No pienso insistir. Esta novela se publicó en alemán en 2008. El titulo es poco explicito, tanto en su idioma como en castellano. "Das Wochenende". No describe. Sitúa en el tiempo. El tiempo, los tiempos, son importantes en esta novela que trata sobre las implicaciones morales de nuestras acciones pasadas. ¿Cómo asumir nuestros errores? Eso que en poesía se conoce como el peso del pasado. Schlink nos sitúa en un lugar abierto del campo, pero que  sin embargo tiene todas las connotaciones de ser un lugar cerrado, un callejón sin salida. Estamos hablando de moralidad y de ética. Algo que en la sociedad actual no existe ni por asomo. El hombre es un un ser ético o si no, entonces, es un animal de carga que da vueltas y vueltas en la rueda de la mansedumbre social. Y a veces ese animal se rebela y se transforma en el animal del tiro en la nuca. Que las razones sean justas no justifican el cambio. La novela se divide en tres partes como el fin de semana: viernes, sábado y domingo. Pues lo dicho. Un fin de semana, una casa de campo y varios amigos de la juventud que se reencuentran tiempo después. Ya suponemos que habrá reproches y heridas sin cicatrizar y lamentaciones y más. Todo gira en torno a la salida de la cárcel de Jörg un miembro de las antiguas Brigadas Rojas con cuatro asesinatos a sus espaldas. Sale de la cárcel pero nunca ha pedido perdón. Para qué. A su alrededor su hermana no tan inocente y devota como parece y su amigos,Ilse, Ulrich y su mujer y su hija adolescente y promiscua, Henner, Andreas, Karin y Marko.  Cada uno representa una actitud. Ya lo tenemos todo. El lugar, los actores y el dilema. Solo queda que hablen y hablen y hablen y se pidan perdón o no, y descubran que el tiempo les ha robado los ideales o no. No abundan los grandes secretos. ¿Quién traicionó a Jörg? ¿Por qué le han indultado? ¿Volverá a la defensa de los postulados que le llevaron a prisión veinte años atrás? El trasfondo  del relato es la historia negra de una Alemania que intenta borrar las huellas de su pasado. Esto ya lo trató  el autor desde otro punto de vista en "El lector" [1995] novela que no he leído, porque es el tipo de novela que no se  puede leer después de haber visto la película que S. Daldry realizó sobre ella. Son incompatibles. No suceden grandes cosas durante este fin de semana. No hay apenas gritos y abundan más las medias verdades y los susurros. Uno quizás espera más de un tema como el terrorismo. El autor es juez y pretende que reflexionemos sobre el asunto. Reflexión sin sermoneo. Sus virtudes literarias son las precisión y la claridad. Esta novela aunque sea una contradicción es una pieza de teatro de cámara. Hay temas colaterales, la culpa, el arrepentimiento, la amistad traicionada, el fracaso de los sueños, el deseo. Schlink intenta dar varios puntos de vista. Quiere ser ecuánime. Lo que se calla es tan importante como lo que se dice. Siempre he pensado que una novela es algo más que un artefacto artístico para pasar el tiempo; mero entretenimiento. Una novela nunca puede ser inocente. Debe ayudarnos a crecer y a madurar. Para entretener el autor tiene otras obras donde al tiempo medita. Recuerdo haber leído en su momento "La justicia de Selb" [1987] escrita a medias con Walter Popp y "El engaño de Selb" [1992] dos novelas policíacas excelentes. "El fin de semana" es una meditación sobre la fragilidad del ser humano, sobre sus debilidades y sus imperfecciones, sobre la cotidianidad del monstruo que todos llevamos dentro. 

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