De entrada les aconsejo que vayan a verla antes de que desaparezca de las salas comerciales. Después si quieren lean este post. No se arrepentirán. Olvídense del absurdo título español "360. Juego de destinos". Basta con el título en inglés "360". La película la dirigió Fernando Meirelles [Sâo Paulo, 1955] en el año 2011. Se estrena dos años después a pesar del excelente reparto: A. Hopkins, Jud Law, Rachel Weisz, Ben Foster, Marie-Jean Basptiste, Moritz Bleibteau y algunos otros desconocidos y excelentes actores más. Bienvenido sea el estreno aunque sea con retraso. La acción sucede en diferentes ciudades de Europa y América. Los protagonistas son de distintas clases sociales y lo que los une o desune en este cruce de caminos es el instinto sexual. El sexo es el motor del mundo. Hay un hombre de negocios y una esposa infiel y un fotógrafo de moda brasileño y su novia despechada y una prostituta de lujo que ejerce en Viena y su hermana, lectora voraz y romántica empedernida. También hay un hombre mayor que busca a su hija desaparecida, una ex-prostituta rusa casada con el recadero-chófer-matón de un mafioso ruso y enamorada de su jefe dentista y musulmán. Y como no, un ex-presidiario pederasta que intenta adaptarse a la vida en sociedad. Muchas ciudades, muchos personajes y un análisis de las relaciones sexuales y sentimentales en una sociedad globalizada e hipócrita. Hay mucho viaje en avión y muchos espejos retrovisores y de los otros. Y alguna muerte. Y una excelente banda musical con canciones que ponen el contrapunto a la imagen. El azar es caprichoso. Algunas decisiones que parecen acertadas dan como resultado el desastre y otras que parecen desastrosas acaban bien. No podemos controlar nuestro destino. Las reseñas de la película la emparentan con la obra de 1900 de Arthur Schnitzler "La Ronda"; donde diez personajes de diferentes clases sociales mantienen relaciones sexuales encadenadas. Argumentalmente quizás tengan cierta conexión. Puede que en el vaivén sexual de los personajes. En la aceptación de que somos puro instinto sexual, pero puede que no siempre. "360" no es tan sórdida y pesimista como la obra de Schnitzler. Juega en otro terreno, aunque su crítica de las relaciones de pareja en el mundo actual es incisiva. Para ver la versión canónica de la obra de Schnitzler -un carrusel de intercambios sexuales políticamente incorrecto para la época- les remito a esa obra maestra que es "La ronda" dirigida por el exquisito Max Ophüls en 1950 con un reparto tan esplendido como el de la película de Meirelles.: Anton Walbrook, Simone Signoret, Simone Simon, Daniel Darrieux, Jean-Louis Barrault e Isa Miranda. Ésta película, también perfectamente recomendable. No se repone, pero la pueden comprar en dvd. El pasado siempre vuelve y a precios de entrada de cine.
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