jueves, 20 de agosto de 2015

LÍO EN BROADWAY PETER BODGANOVICH


Hay directores que brillaron un momento y se apagaron después. Peter Bodganovich [Nueva York, 1939] es uno de ellos. Bodganovich brilló principalmente a  principios de los setenta. Fue capaz de construir un meritorio e interesante film triller con un Boris Karlof en decadencia "Targets" [1968] y un par de años después ofrecernos la que posiblemente sea su obra maestra "The Last Picture Schow" [1971] en un blanco y negro deslumbrante y con un reparto de esos de campanillas para la época:  Timothy Bottoms, Jeff Bridges, Cybill Shepherd, Ben Jonhson, Cloris Leachman [una actriz por la que siendo debilidad], Ellen Burstyn...y al año siguiente dirigir a Barbra Streisand y a Ryan O´Neal en "¿Qué me pasa doctor?" [1972] una de sus mejores comedias. Rodó unas cuantas películas más, algunas relativamente interesantes, en los setenta, pero cada vez con menos éxito. De 1992 recuerdo "Qué ruina de función" con un reparto absolutamente entregado. "Lio en Broadway" quiere aproximarse a "Qué ruina de función", pero por desgracia no lo consigue. Y no es cuestión de reparto, aquí más que competente, empezando por una Tatum O´Neil a la que rescata para el cine y con quien trabajó de niña en "Paper Moon" [1973] y "Nickelodeon " [1976], y siguiendo por una Jennifer Aniston pasada de rosca.  Bodganovich es adicto a sus actores e incluso se permite darle un pequeño papel a Cybill Shepherd en la función, aunque sea como madre de la protagonista. Qué tiempos aquellos en los que Bodganovich intentó lanzar la carrera dramática de Shepherd con "Daisy Miller" [1974] Pero el pasado pasado está. Y "Lío en Broadway" se nos presenta como una comedia fuera de su tiempo. Una comedia que intenta mantener el ritmo de las  comedias tipo Screwall con puertas que se abren y se cierran y diálogos alocados. Sin embargo una comedia de este tipo exige mano firme y me temo que hay un error de guión, esa entrevista  a la protagonista que contrapuntea la acción y que tampoco aporta nada a film, pero que en cambio paraliza el desarrollo del argumento. En algunos momentos se tiene la impresión de que Bodganovich ha jugado a ser Woody Allen y no le ha salido del todo. La película que quiere ser un homenaje a Ernest Lubitsch y "El pecado de Cluny Brown" [1946] con la utilización de la dichosa frase de las ardillas a las nueces que el director de la obra le cuenta a todas las mujeres con las que se acuesta, puede antojársenos anticuada e intelectual, algo simple, pero me he divertido mientras la veía y la prefiero a la burda comedia actual donde machismo y feminismo intercambian sus papeles de la manera más tosca y soez.

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