*Dos fotos de la serie "Suturas" en la que trabajo al margen de mi faceta literaria. Siempre me han fascinado los marginales y los margenes; las grietas, las heridas, lo inhóspito, lo que está fuera de la sociedad y por eso mismo la contempla con una sentido crítico que muchas veces la propia sociedad es incapaz de aceptar o tan siquiera tolerar. ¿Qué opinaría Pier Paolo Pasolini de los acontecimientos políticos y sociales, pero especialmente de los derroteros económicos que está tomando Europa? No sé. Era un transgresor, alguien con ideas propias, con una visión del mundo poco común y con libertad para expresarlas. El miedo no iba con él. Quizás le costó la vida, pero qué valor posee la vida si no puedes vivirla tal y como tú deseas. Hoy me han venido a la cabeza imágenes de algunas de sus películas, de repente y he recordado a modo de homenaje, un poema que escribí hace más de veinte años y que apareció publicado en "Quedan las palabras", poemario apenas distribuido y con el que obtuve en 1997 el Premio Nacional de Poesía Miguel Hernández.
PARA PIER PAOLO PASOLINI QUE AMANECIÓ
ASESINADO EL 2 DE NOVIEMBRE DE 1975 EN
LA PLAYA DE OSTIA.
Lucías una herida en el costa
como un escorpión de nácar
o una oropéndola,
pero hablabas de las madres viles,
de las madres mediocres
y de los mozalbetes y rameras
de alegrías efímeras.
Amabas a los adolescentes
y apurabas en sus labios
el colibrí fugaz de la belleza.
Te dejabas besar en las esquinas
mientras crecía entre tus manos el deseo.
Refulgían los cuerpos en la playa
fundidos con la sombra de la luna.
Y lucías un desnudo impecable
maquillado de besos y de arena
para sufrir una vida de madrugadas
remotas y gozar una muerte de lujos.
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