Mañana se celebra en Madrid el día del orgullo gay. El fin de semana pasado se celebró en otras ciudades de los cinco continentes. Ni siquiera nos ponemos de acuerdo en eso. Existen muchos países donde no se puede celebrar el día del orgullo. Se tiene la impresión que hemos avanzado mucho y yo a veces tengo la impresión que hemos avanzado muy poco. De que en realidad retrocedemos. Vivimos de falsas ilusiones. Ciertamente los jóvenes homosexuales actuales lo tienen más fácil que los que vivimos nuestra juventud hace treinta años. Cada uno vive según le toca y siente según le reprimen. El pasado 24 de junio estuve en Cartagena leyendo poemas dentro de la semana del orgullo que se celebró allí. Un recital cordial repleto de buenos amigos. El lema era "Palabras que son derechos". Uno de los poemas que no leí esa noche por falta de tiempo, ya que éramos nueve poetas, fue este poema dedicado a Robert Mapplethorpe y que apareció publicado en mi primer poemario "Quedan las palabras", Premio de Poesía Miguel Hernández en 1997.
A ROBERT MAPPLETHORPE: FOTÓGRAFO, AMERICANO, JUDÍO, HOMOSEXUAL
La belleza, un torso bruno,
una columna erigida
en honor al deseo,
báculos nocturnos, cetros,
elegías carnales,
cuerpos atrapados
en el momento justo.
El paraíso en los labios
de anónimos efebos neoyorquinos.
No importa el objeto
sino la mirada.
Cuerpos bruñidos
en la obsesión del opio.
Naturalezas muertas.
Bodegones de muslos
y caderas. El deseo,
un orgulloso Priapo
prendido entre los labios.
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