Vamos a contar mentiras, vamos a realizar un viaje a un país imaginario, al esqueleto mental de un país imaginario que podemos llamar Norteamérica. Norteamérica como toda mujer de vida disipada solo puede ser ella misma. Una suma moral de sus tópicos. Juan Carlos Márquez [Bilbao, 1967] lo sabe y ha escrito un libro de relatos estructurado sobre una suma de tópicos perfectamente seleccionados y anotados a pie de memoria con referencias literarias, cinematográficas y musicales. Son cinco relatos, a cada cual, mejor. El libro de relatos se titula "Norteamérica profunda" [Salto de página, 2012] El título también es tópico. Me recuerda que podría titularse igualmente, modificando un tanto los escenarios, no tanto los argumentos, "España negra". Aquí también hubo conquistadores y colonizadores que hicieron las américas aunque con otro tipo de indios diferentes a los que se insinúan en "Delaware" el primero de los relatos. Se nota que a J.Carlos Márquez le gusta contar y, para contar bien, hay que ser preciso en los detalles. Estos relatos están repletos de detalles, de observaciones penetrantes, de espacios en blanco y de una ligera ironía inteligente. Son fragmentos significativos de vida. No necesitan tener un principio y un final, aunque algunos tienen un principio y otros un final, pero casi ninguno de ellos ambas cosas a la vez.como la vida. El lector se asoma al paisaje. En casi todos los cuentos hay movimiento. Los colonos se instalan en el valle; Booker, el protagonista o no, quizás el protagonista sea McNealy, de "Menphys" sale de la cárcel y toma un tren; John Midletton, el protagonista del tercer relato viaja de Nueva York a Bloomington [Minnesota] con su madre viuda; y en "Churchill", Miles B. Hopkins, bateador de los Blue Jays de Toronto viaja con su mujer enferma de cáncer en caravana a la ciudad que da nombre al este último relato para ver la aurora boreal. Ninguna historia es extraordinaria y todas lo son. El humor nunca resulta impostado o fácil. Se apuntan ideas maravillosas para este tiempo de uniformidad de pensamiento. El padre del protagonista de "Saint-Raphael" en las guerras siempre se ponía del lado de los desertores. Y el protagonista de "Bloomington" no necesitaba a un valiente...y hubiera preferido tener por padre a un cobarde vivo. Norteamérica profunda" es una reedición de un libro premiado y apenas distribuido. Es el eterno problema de los premios. Se agradecen los rescates editorial, las apuestas por libros como el que nos ocupa. No se si he dicho ya que este libro de cuentos es un libro de viajes interiores como toda buena literatura. El propio autor de los relatos reflexiona sobre el asunto por boca del protagonista de "Saint-Raphael" que unas páginas antes ha dicho: prefiero una pregunta estúpida a un silencio incómodo. Su reflexión sobre para que sirve la literatura, es toda una invitación a leer estas poco más de 90 páginas: Viajar a tierras y épocas remotas sin moverse del sitio. Vivir otras vidas. Esos son los verdaderos beneficios de la literatura. Cuando uno los descubre...no hay retorno posible. En sí el hecho no deja de ser un cuchillo de doble filo: los libros son una vía de conocimiento, pero también una forma temprana de resignación. Elijan la que ustedes prefieran, añado yo.
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