Uno llega a "Las sombras" [Premio Tiflos de Novela ONCE] desde la novela anterior de de Juana Cortés Amunarriz [Hondarribia, 1966] "Memorias de un ahogado" [2009]. Algo de "Memorias de un ahogado" hay en "Las sombras", aunque el tono, el ambiente, el tiempo histórico y la perspectiva de ambas novelas sea diferente, distante. Las dos tratan de la construcción de una identidad de género problemática y lo hacen sin caer ni en el patetismo ni en la compasión ni en el maniqueísmo.[En qué momento el amor se convierte en compasión]. Si en " Memorias de una ahogado" los personajes no terminaban de ser lo que eran, aquí Mario / María tampoco termina de ser quien es, quien ha sido, quien aspira a ser, hasta que renace de las aguas del mar al final de la novela. "Las sombras" es una magnifica novela que flirtea con diversos géneros literarios sin abrazar abiertamente ninguno, lo que la vuelve etérea, inaprensible, encantadora. Quizás por eso tiene la textura de un sueño irreal. Es un cóctel con unas gotas de novela histórica, otras gotas de romanticismo, otras de misterio [De qué están hechos los presentimientos. Están hechos de miedo] o de novela gótica [Todos los locos están cuerdos hasta que dejan de estarlo]. Una novela de indagación. ¿No lo son todas? Es una novela laberinto. Pues toda memoria es laberinto desde la vejez. [Las raíces sostienen al árbol.quizá los recuerdos también sostengan a las personas]. Y en el corazón del asunto un personaje que es a la vez víctima y verdugo de sí mismo, narrador y personaje narrado, Mario y María, sueño y realidad. Pero "Las sombras" es mucho más que el personaje central que la sostiene y alimenta. Es una novela sobre el paso del tiempo. [El tiempo es la única y dolorosa certeza]. Es la historia de una casa singular llamada Hoffnung / Esperanza, con una inscripción [La esperanza es el sueño del hombre despierto] que nos remonta a Aristóteles y construida en un lugar privilegiado y de los personajes que alguna vez habitaron entre sus paredes. Es la historia de una familia, hilvanada por una memoria selectiva y caprichosa, la historia de la familia von Morritz, desde el constructor de la casa Karl von Morritz hasta la última descendiente de esta familia contradictoria. Si el personaje principal siempre a la fuga, es esencial, no lo son menos los secundarios de la función: Chardonay el arquitecto de la casa, el bisabuelo Erich von Moritz; el abuelo August von Morritz; el padre Friedrich von Morritz; el ama de llaves de la casa Úrsula - que recuerda un npoco a la señora Dambers en "Rebeca"-; la madre: Amanda de la Peña; la enfermera Agnes; el señor Stolz, el instructor de Mario; Milagros, la cocinera; Adela, el ama de cría; Rufo el jardinero; Gabriel, el amigo del pueblo cercano; Justa y Catalina; los hermanos del padre Philippe, muerto en la Segunda Guerra Mundial, Sophie; el pintor Martín Losada...Muchos de ellos son puro estereotipo, pero a todos dedica Juana Cortés Amunarriz el tiempo necesario y la pincelada justa para que siendo lo que son dejen una huella indeleble en estas memorias de un/a superviviente. Porque eso es María von Morritz. Alguien que sobrevive, alguien que se adapta al mundo que le ha tocado vivir. Pero "Las sombras" se mueve en el tiempo y en el espacio, abarca el pasado y el presente, las ruinas de la memoria y el esplendor decrépito de la vejez.[Envejecer es una forma de salirse, de mirarlo todo desde fuera...La vejez es el momento en el que uno deja de vivir para dedicarse a observar la vida, para contarla]. El pasado dormido en el presente.[El pasado era un animal grande y oscuro que dormitaba, pero que podía despertar en cualquier momento]. María, una vez muere Amanda de la Peña, viaja por Europa y América, se enamora y se desengaña, se construye y se aniquila una y mil veces y se reconstruye, hasta ese final purificador. Como toda buena novela, "Las sombras" es una novela de amor.[El amor es el sentimiento más poderoso] Pero también es un cuento, un perverso cuento de hadas para adultos. [ Hay historias que no dejan de contarse nunca] [En los cuentos, cada maldición se acompaña de un don.] Y esta historia familiar, este cuento con castillo, que gira también en torno a un cuadro sobre dos niñas en un jardín, y sobre una maldición y sobre la posibilidad de que [en la ausencia los dioses no dejen de crecer] ofrece tantos recovecos como el lugar donde se desarrolla, esa casa donde la esperanza es el sueño del hombre despierto que mira al mar. De ese mar resurge al final una María nueva [Un sujeto que...luchaba como todos para que su vida mereciera la pena]. Y merece la pena que ustedes lean la vida de María von Morritz, narrada con todo lujo de detalles por ella misma y claro está por esa excelente escritora que es Juana Cortés Amunarriz.
Uf, Ramón. No sé si es la sensibilidad del domingo por la mañana, pero se me han puesto los pelos de punta con tus palabras. Muchas gracias por la crítica y por saber ver con tan cierta y sutil mirada mi novela. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti por escribirla. Un saludo
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