viernes, 22 de marzo de 2013

LOS AMANTES PASAJEROS

Me he pensado mucho si escribir este post. Puede que alguno de los lectores pasajeros de este blog nada pasajero piensen que todo lo que leo me gusta y todo lo que veo me maravilla y que mi sentido crítico está bajo mínimos o carezco absolutamente de él, a pesar de que suelo indicar defectos y grietas en las obras de las que hablo aquí. En general esto sucede porque solo escribo o hablo sobre las obras que he leído o visto y me han gustado. Sobre las otras mejor el clemente silencio o la indiferencia. Es una opción. Dicho lo anterior, se deduce que "Los amantes pasajeros" de Pedro Almodovar  me ha decepcionado. Y profundamente. Y no pensaba escribir nada sobre ella, pero en menos de diez días he visto por televisión "Todo sobre mi madre" [1999] y "Entre tinieblas" [1983] y no he podido resistir el impulso de lamentarme en publico por la cruel distancia que separa a estas estupendas películas de la última rodada por el director manchego. Donde había frescura y provocación ahora impera el aburrimiento y la repetición. Podriamos entenderlo como fidelidad a uno mismo o vuelta a los orígenes, pero no. Ni por esas. "Los amantes pasajeros" no funciona ni como vodevil tipo alta comedia - léase "Mujeres al borde de un ataque de nervios"- ni como crítica socio/sexual de la realidad española. Que uno de los pasajeros sea el director en fuga de una entidad bancaria o que en el periódico se puedan leer referencias a casos de corrupción actuales o al yerno del Rey se me antojan detalles de poca enjundia como critica social. Como vodevil de altura con azafatas que se lían con los pilotos, sustituidas aquí por azafatos  con pluma voladora que se lían con los pilotos tipo macho hispánico bisexual y casado es un chiste barato que podría tener gracia hace treinta años pero que con lo que ha avanzado esta sociedad apenas molestará a alguna mente bienpensante y malintencionada. Puede que me haya perdido y Almodovar haya intentado rodar una versión castiza de "Ateriza como puedas".  Sexo hay poco y casi todo verbal. Un poco al estilo de las novelas de Eduardo Mendicuti, pero sin su gracia y salero. Se bebe mucho, se habla mucho y no se llega a ninguna parte. O sea, al aeropuerto de La Mancha. Lo mismo podría haber aterrizado en Castellón. Pero Almodovar homenajea a su tierra, que tira mucho el terruño. La historia del galán  de cine  [Ricardo Galán, todo un alarde de imaginación para definir al personaje por su nombre ] interpretado por Guillermo Toledo resulta poco menos que increíble con una irreconocible  Paz Vega  como pintora con tendencias suicidas en plan Frida Kahlo y una Carmen Machi de portera  cotilla y sustituta de  Chus Lampreave.  Nada tiene gracia. Ni poca ni mucha. La tendencia a tirar objetos por las ventanas viene de lejos. Está muy vista. Tampoco que el asesino mexicano lea a Roberto Bolaño. Y qué decir del papelón que le ha tocado en suerte a Lola Dueñas: adivina y virgen que no para de repetir como un mantra una frase que parece sacada de la boca de Carmen Maura en "Volver". Nada como oler la muerte. Y aquí no se utiliza el gazpacho con somníferos, pero hay agua de Valencia con tripis. Y desde luego debe resultar difícil rodar un número musical en un avión, aunque sea en clase preferente. Todo está manga por hombro; o manga por hombre. Nada tiene sustancia. Las mejores historias quedan en off. Esa madre del Opus con una hija dominatriz. La mujer lesbiana del presunto piloto bisexual. ¿Por qué decimos bisexual cuando queremos decir gay? Todo son medias tintas. Humor aguado. Y para remate el personaje de mi admirada Cecilia Roth. Actriz y cantante fracasada reconvertida en ama sexual de alto standing que presume de haberse tirado a los 600 hombres más importantes del país, incluido alguno Real.  Si de verdad se quería criticar ciertas instituciones y poner toda la carne en el asador se podría haber ofrecido este papel, por poner un ejemplo, a Bárbara Rey. Pero todo se queda en agua de borrajas. Ni siquiera existen los famosos  y cacareados vídeos sexuales. Si a pesar de lo anterior son ustedes unos incondicionales de Almodovar como yo y desean ver la película, que tengan suerte y ustedes se aburran bien. Tendremos que esperar a mejor ocasión para encontrar al director en plena forma. Lo cortés no quita lo valiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario