domingo, 3 de diciembre de 2017

TIERRA DE DIOS FRANCIS LEE




En poesía, creo que es en la austeridad donde mejor se demuestra la emoción.  Encontrar una película como "Tierra de dios" de Francis Lee  [1969] que desde el naturalismo más extremo, el fango, el estiércol, el frío y la brutalidad y dureza de la vida rural logre emocionar hasta lo más hondo es en sí mismo un milagro. El milagro que siempre se espera del cine o del poema o del arte en general.  La posibilidad de alcanzar la emoción del corazón. Así queda cursi, pero tal y como lo expresa en imágenes el director la historia de amor entre  Josh O´Connor y Alec Secareanu es un portentoso equilibrio entre la llamada de la carne y el instinto y la delicadeza de deseo. Todo ello desarrollado en un paisaje de una belleza telúrica y con unos condicionamientos personales de los personajes que nos hablan de la vida como un contrato en desventaja con Dios. Hemos venido a este valle de lágrimas a llorar y a malvivir y Dios no nos va a perdonar ni una sola de las lágrimas, ni uno solo de los padecimientos que nos tiene reservados. Dios debería haber puesto a la entrada de la vida un cartel que dijera: perded toda esperanza. Los protagonistas de esta historia lo tienen todo a la contra, pero logran encontrar una grieta para la ternura dentro de la rutina de una vida que como todas las vida es un esfuerzo por sobrevivir día a día. Las interpretaciones son excepcionales. Cualquier tentación de compararla con "Brokeback Mountain" [2005] de Ang Lee irán en contra de la película americana, donde todo era demasiado bello, pulido y fotogénico. Aquí el sexo es brutal y liberador. Y el sentimiento puro, como deberían ser todos los sentimientos. Nos habla del amor de una manera universal, aunque emplee la particularidad de que sea una historia de amor homosexual.  La contención de la imágenes y la verdad de la emociones que trasmitirte, la convierte en conmovedora.  No apta para aquellos que suelen ver programas del tipo Granjero busca esposa o Alguien quiere casarme con mi hijo.  

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