
Un mes casi sin aparecer por aquí, el retorno es con la baronesa
Karen Blixen de
Rungstedlund, más conocida por el seudónimo que utilizó como escritora:
Isak Dinesen. La baronesa, que vivió en varios mundos, pero mayormente en el pasado de la literatura, siempre es una buena compañía para volver a cualquier parte. Incluso a nuestro propio blog. Pensé en ella durante un reciente viaje a Palencia, para recoger un galardón. En la música ambiental del tren pusieron un fragmento de la música de
John Barry para "Memorias de África" [1985] dirigida por
Sidney Pollack. Con la música recuperé un tiempo perdido, plácidamente perdido. En realidad no pensé en la verdadera
Isak Dinesen, sino en la actriz que la interpretó:
Meryl Streep; una actriz cuyos primeros papeles siempre me han fascinado. Me refiero a "La mujer del teniente francés" [1981] de
Karel Reisz y " La decisión de
Sophie" [1983] de
Alan J.
Pakula. Contraponer la imagen de
Meryl Streep con las fotos de la verdadera baronesa en sus años de aventurera africana es un ejercicio estéril. La
Karen Blixen que me interesa es la que posa en las fotos de vejez, consumida por los años y la enfermedad, pero al mismo tiempo elegante y decadente y bizarra como sus cuentos. Sus poses son las poses de una máscara. Ella tiene algo de cariátide griega. Comenzó a escribir tarde y por necesidad. Tampoco escribió demasiado, principalmente cuentos: "Cuentos góticos" [1934]; " Cuentos de invierno" [1943]; "Últimos cuentos". Conservo un ejemplar de "Carnaval" editado en [1982] por
Bruguera con prólogo de Mario Vargas Llosa. Dice el escritor: "que sus cuentos son siempre engañosos, con elementos secretos e inaprensibles" Más adelante añade que son "brillantes, inesperados, hechiceros, casi siempre mejor comenzados que rematados...y sobre todo extravagantes". En sus cuentos el tema de la identidad es fundamental. En eso acierta el prologuista: " Para
Isak Dinsesen vivir es fingir, disimular, representar destinos diversos, engañar a los demás y engañarse". Algo así como la propia vida.