Ni lo tenía en mente ni lo tenía previsto, pero así ha sido. Total que esta segunda entrada del blog de este 2010 trata de nuevo sobre otro cantante que escribe. Esta vez se trata del fallecido Sergio Algora [Zaragoza 1969-2008] Formó parte de los grupos El niño gusano; Muy poca gente y La costa Brava. Aparte de varios libros de poesía ha publicado dos libros de relatos: "A los hombres de buena voluntad" [Xordica, 2006] y "No tengo el placer" [Xordica, 2009] No he leído el primero, pero la lectura de este segundo libro de relatos compensa ampliamente. Se trata de un libro de relatos irregular, pero ya quisieran algunos escritores consagrados haber escrito alguno de los cuentos que figuran en el volumen. Sergio Algora se salta a ortodoxia y las normas. Sus relatos son cortos, la mayoría de tres o cuatro páginas, narrados en primera y tercera persona y con títulos tan rotundos como "Cosas que hacer en una conferencia literaria". El humor se presupone. A veces, el humor es completamente negro, ácido y disolvente. Relatos de un frescura notable y donde la música y las referencias musicales abundan. Algora utiliza la realidad como materia prima para ir más allá de ella, tanto es así que llega a la ciencia ficción. A la realidad de la ciencia ficción. Muchos de los relatos están protagonizados por personajes famosos: un futbolista "La uña de Cristiano"; cantantes "Ismael Serrano, el astronauta", "Julio Iglesias, el monstruo"; o el propio escritor en el último relato del conjunto "Todos somos Sergio Algora". El autor nos presenta realidades paralelas o alternativas para esos personajes reales. En ocasiones los personajes reales son parte del intríngulis de a trama "El nuevo novio de mi hermana" que resulta ser cierto político famoso casado con una antigua presentadora y pianista de nombre Maricruz...o para alguien que vive en esta ciudad, el impagable cuento titulado "El alcalde de Alicante" donde un tal LLuis Bernat Alperi es sustituido en una trama mafioso-política por su hermano Pedro B. Alperi que trabaja en uno de los barcos que se dedican a transportar pasajeros a Tabarca. Un delirio. Pero por estas páginas también cruzan, telépatas, zombies, fantasmas, asesinos o un tiburón llamado Valetín y enamorado de una bañista. Hay una buena definición del ser humano: "Somos un libro mal escrito que no para de venderse" y Algora en el último relato del libro se permite incluso escribir una crítica del libro que está escribiendo haciendo que la firme un amigo. Sobre "No tengo el placer" el crítico escribe: "Si no hay nada que contar, habrá que narrar la nada. ¿Cómo? Él lo ha hecho en un libro que no tiene nada, en el que no hay nada solo afirmación fehaciente de la nada" Pues eso, que ustedes lo disfruten. Y gracias. De nada.
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