No me encontraba esta semana en la mejor situación anímica y familiar para ver "Mia madre" de Nani Moretti [Bunico, 1953]. Algunas reseñas hablan de comedia dramática, pero yo el asunto comedia como que no lo he visto por ninguna parte, a no ser en la interpretación que hace John Turturro de su personaje: un actor americano que interpreta al comprador de una fábrica y que debe poner en marcha un despido colectivo en la película de ficción que rueda la protagonista de la historia Margherita Buy: cineasta en crisis personal. De eso trata "Mia madre" de una crisis vital, de la capacidad de aceptación de una realidad que nos duele y nos supera, como es comprender que un ser querido nos va a abandonar definitivamente y que el futuro que nos espera sin su presencia será peor, mucho peor, infinitamente más triste. "Mia madre" trata de lo que somos y de lo que podríamos haber sido, del egoísmo implícito en cada ser humano, de la necesidad de compromiso y de la falta de compromiso, de la sociedad actual que hemos construido como si fuese un castillo de naipes, del capitalismo feroz, de la muerte, de la cultura y la civilización - que agonizan y se mueren en una sociedad individualista y competitiva como la actual-, la madre de la protagonista era profesora de latín, de las relaciones de pareja en una sociedad donde ya no existen certezas. Demasiados temas complejos que el director hilvana con una simplicidad y claridad encomiable. La primera secuencia con esa huelga ficticia que está rodando la directora lo deja bien claro. Las imágenes son ambiguas, ambivalentes, casi metáforas. Tiene dobles lecturas. Con estos temas las película podría ser un drama desaforado, pero Moretti se muestra contenido y sutil, cortando el plano cuando debe de cortarlo, mezclando pasado y presente en continuidad sin abandonar el realismo, contrapunteando cada secuencia con una música que la enriquece y le aporta infinitos matices. La relación de los dos hermanos queda muy bien definida en la secuencia de la cena en el hospital. Diferentes conceptos del mundo. " Mia madre" es una película sobre la perplejidad y los miedos, sobre el paso del tiempo y el desgaste de los sentimientos, sobre la angustia del futuro. Ese plano final de Margherita Buy cuyo rostro es el resumen perfecto de una película que no solo intenta hacernos pensar sino que además intenta conmovernos.
domingo, 31 de enero de 2016
domingo, 24 de enero de 2016
LA JUVENTUD PAOLO SORRENTINO
Después de "La gran belleza", "La juventud". Paolo Sorrentino intenta repetir la fórmula que tan buen resultado le dio en su película anterior, pero las fórmulas tanto en cine como en literatura o en las artes plásticas o mñusica, tienen mal repetir. El efecto sorpresa de "La gran belleza" ha desaparecido en "La juventud" que se aproxima al tema del final del camino de una pareja de viejos amigos -un compositor y un director de orquesta retirado[ Michael Caine] y un cineasta [Harvey Keitel] escribiendo el guión, rodeado de jóvenes guionistas-, de la que quiere que sea su obra maestra, su testamento cinematográfico, interpretado por la que fue su musa. Todo esto ambientado en un lujoso balneario suizo para gente con posibles que intenta detener los estragos del tiempo. Hay otros personajes, un actor joven [Paulo Dano] que intenta preparar un personaje para un película alemana, la hija del director de orquesta [Rachel Weisz] a la que su marido abandona por una cantante pop bastante vulgar, una mis universo no tan tonta como parece y muchos cuerpos desnudos recorriendo las elegantes instalaciones del balneario. Hay que decir que "La juventud" es una película con trampa, pero no tramposa. El director de orquesta da por terminada su vida, está apático, solo espera el final. Nada le interesa, ni siquiera la posibilidad de volver a dirigir en el Palacio de Buckingham ante la reina de Inglaterra. El contraste entre la necesidad de seguir creando del cineasta como si todavía fuera joven y la apatía del otro resignado a su suerte es el motor de está película algo pomposa, ampulosa y desorbitada que trata sobre la decadencia y la posibilidad de seguir adelante incluso cuando le vemos las orejas al lobo de la muerte, pero eso ya estaba en "La gran belleza". Qué es lo que falla aquí. No lo sé, pero el mecanismo es menos sugerente y más obvio. Es cierto que Sorrentino sabe crear imágenes y secuencias de gran calado, que el tema central aparece complementado con subtramas - la de la hija, la de Maradona, la del actor que debe elegir entre el horror y el deseo-, que el director juega a ser una fotocopia de Fellini y a veces logra un instante de magia y otros bordea lo ridículo. Eso es Sorrentino, el desequilibrio visual. Quien acepte eso podrá disfrutar de una película que por momentos tiene buenos diálogos y por momentos entra por los ojos y se queda dentro. O te gusta o te disgusta sin términos medios. Y además tiene un aliciente extra; la corta pero intensa visita al balneario de Jane Fonda, lejos, muy lejos de sus apariciones en spots publicitarios de cremas de belleza para la tercera edad, que demuestra no solo su fastuoso sentido del humor sino también lo gran actriz que fue siempre. Uno de esos papeles secundarios, es casi un cameo, que se recuerdan mucho tiempo y que si fuese algo más largo podría ser incluso nominada al oscar como actriz secundaria. Esa peluca vulgar, ese traje amarillo, esas uñas, lo qué dice, cómo lo dice y lo que nos hace intuir del personaje que interpreta es un fragmento de cine en estado puro. Solo por esa aparición fantasmagórica merece la pena ver "La juventud".
sábado, 23 de enero de 2016
LA CHICA DANESA, TOM HOOPER
No, no me termina de gustar o de satisfacer "La chica danesa" [2015] dirigida por Tom Hooper. Posiblemente esperaba más. Deduzco que le gustará a muchos espectadores porque es una película superficial y luminosa realizada para gustar. Una película apropiada para la carrera de los Oscar. Los paisajes son bonitos, los interiores fastuosos, el vestuario deslumbrante, las interpretaciones ajustadas y sobre todo la de Eddie Redmayne como Einar Wegener/Lili Elbe, más que notable. Pero...que le vamos a hacer, a mí la película me deja frío, no me toca en ningún momento la fibra sensible, no me emociona, no me conmueve. Es un film preciosista y decorativo, pura fachada prefabricada. Un film sin alma. Está realizado desde fuera y por eso mismo apenas se detiene en la piel de la trama. Le falta arrojo y turbiedad al asunto que trata, porque en el fondo se nos está contando la historia de una mujer atrapada en un cuerpo de hombre a principios del siglo XX. Hoy Einar Wegener no tendría ningún problema en cambiar de sexo. Pero resulta que Lili Elbe fue una pionera del cambio de sexo o de la reasignación de genero que es una expresión que me gusta poco. Un personaje así, escindido en dos, es un personaje dolorido, desgarrado, incompleto, pero tal y como se nos presenta en la película de Tom Hooper, a pesar de la matizada interpretación de Redmayne, es difícil verle las aristas, las contradicciones, los miedos, la angustia, la parte oscura. Todo son brillos, telas suntuosas y satenes. A lo largo del metraje se instala una extraña sensación de tristeza, pero eso es a lo máximo a que puede aspirar el espectador cómodo y complaciente que se acerque al cine a verla. El inquieto saldrá defraudado. La situaciones partiendo de una base real son tan previsibles que la película se hace larga a ratos y esa relación tan perfecta y armoniosa entre Einar y Gerda, su mujer, se intuye que en la vida real no lo fue tanto. Cuando Lili Elbe muere en 1931 en Dresde a los ciencuenta años, Gerda, cuyo matrimonio había sido invalidado por el rey de Dinamarca en 1930, estaba felizmente casada con un oficial italiano en Marruecos. Claro, una película no tiene porqué ser fiel a la realidad, pero si resalto este pequeño detalles es para demostrar hasta que punto se ha edulcorado la historia para convertirla en apta para todos los públicos. Y así una historia que debería haber sido oscura, turbadora y perturbadora, una herida en carne abierta, un desgarro emocional acaba siendo un aburrido film sobre la que podríamos considerar la primera pionera transexual. Me pregunto que hubiera podido hacer David Cronenberg con este material si hubiera caído en sus manos. Algo del estilo de "Dead Ringers" [1988]. En tan solo dos secuencia breves logro intuir la verdad del personaje, su fractura interior: una es la secuencia en esa especie de peep show parisino de principios de siglo donde Einar acude a ver mujeres desnudas no para excitarse sino para imitarlas, un momento dramático perfecto, y otro cuando acude a vestuario del teatro o de la opera, para desnudarse delante de un espejo de cuerpo entero y contemplarse escondiendo entre las piernas su aparato genital. Solo en estos dos momentos hay algo de una verdad más profunda, angustiosa y subversiva.
sábado, 16 de enero de 2016
FAMILIAS DE CEREAL TOMAS SÁNCHEZ BELLOCCHIO
Los primeros libros siempre son una apuesta y un riesgo, sea de poesía o de relatos. La novela es otro cantar. "Familias de cereal" [Editorial Candaya, 2015] es el primer libro de relatos de Tomas Sánchez Bellocchio [Buenos Aires, 1981]. Y escribo relatos y no cuentos, porque no sé si existe una sutil diferencia entre ambos términos, pero yo si que la tengo interiorizada. Se trata de doce relatos sobre familias rotas o a punto de romperse y fracturarse, desestructuradas, familias ejemplarmente poco ejemplares y edificantes, de esas que nunca saldrían en un anuncio de cereales en la tele con sus sonrisas perfectas y seductoras. Familias vistas casi siempre, aunque no siempre, a través de la mirada implacable de un adolescente, tan perdido la mayoría de las veces como sus propios padres y en este punto aparece uno de los temas básicos de este libro: la incomunicación y la distancia generacional. Padres que no comprenden a sus hijos, hijos que desconocen a sus padres. No se trata de juzgar sino de entender. Los adolescentes de estos relatos son tipos raros, son inteligentes pero no comprenden el mundo; podrían pasar por personajes simples, por pazguatos. Ellos cuentan sus historias a su manera y nos arrastran al corazón del horror cotidiano. No un horror de monstruos que salen de lo armarios o del sótano, sino a un horror cotidiano que nace de la convivencia, de la rutina, de los celos, del egoísmo, de las carencias, de la rabia, de la envidia, de las fracturas emocionales, de las atmósferas malsanas en las que se mueven. Y el dolor nace de sobrevivir en una tierra de nadie inhóspita y desolada: padres divorciados o a punto de separarse e hijos que no saben muy bien cuál es su lugar en la cadena alimenticia del amor o del odio. ¿Dónde encajar en la vida cuando no hay instrucciones de uso? El horror cotidiano es vivir una vida mediocre en una familia mediocre, del montón. Ya lo sentenció Tolstói: "Todas las familias felices se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera". Y en eso consiste "Familias de cereal", en un catálogo de familias infelices, cada una a su manera, en una galería de seres emocionalmente heridos que sobreviven entre la indiferencia y la resignación. Uno es como es, incluso en la adolescencia. O principalmente en ella, que nos marca para el resto de nuestra existencia. Si la incomunicación generacional y quizás también entre clases sociales es un tema fundamental, también aparece un tema interesante, los nuevos medios de comunicación, las nuevas tecnologías que a veces en lugar de integrarnos y abrirnos al mundo, nos encierran más en nosotros mismos. Son varios los relatos que tratan el asunto, "La nubes y las muertas", sobre Internet, la inmortalidad, la muerte y la vejez; "Disco rígido", sobre un padre desesperado que busca informático tras informático para recomponer el disco duro del ordenador de su hijo adolescente fallecido tras una larga enfermedad, porque considera que en el disco duro del ordenador están el alma y los sueños de un hijo al cuál cuando estaba vivo apenas prestaba atención y el que da título al volumen: "Familias de cereal" sobre un hijo que graba con la cámara a sus padres, cuyo matrimonio hace aguas, pero que frente a la cámara se empeñan en ser una pareja normal y feliz, una familia de anuncio. La tecnología al servicio de las emociones o de sus ausencia. Pero es que además en diversos relatos los aparatos electrónicos tienen importancia bien fundamental, el caso de la antigua consola Nintendo en "Mitad de un hermano", bien accesoriamente para marcar el contraste entre dos formas de entender la vida como en "La chica del norte" donde se llega a afirmar: "Allá todo es diferente...La vida es más simple. No tengo presiones.Comemos lo que sembramos y cosechamos. Nos vamos a dormir cuando oscurece y al amanecer ya estamos arriba...Me siento útil. Donde vivimos no hay Internet ni señal de teléfono...Estoy leyendo mucho, como nunca antes. Y escribo". En el fondo se trata de relatos realistas, incómodos para el lector porque no tratan temas simples de manera simple, sino temas profundos de manera compleja, pero que al leerlos se transforman, está vez sí, en cuentos tristes y terribles, como todos los cuentos verdaderos. Y es que estos relatos escritos por Tomas Sánchez Bellocchio con la parsimonia de quien no juzga a sus personajes, pero tampoco los ensalza sino que nos los presenta en ese instante insólito en que sus vidas se transformarán ya en algo inadmisible. Cada relato tiene un instante o una frase que los vuelve crueles, atroces y brutales. El final de "La fidelidad de los perros", que trata sobre un vecino y amigo de una familia que durante dos años se queda con el perro de la familia sin que estos lo sospechen y pasado ese tiempo lo devuelve creando en el padre sentimientos contradictorios y un final espeluznante. La declaración del protagonista de "La nube y las muertas" al principio del relato sobre las desinteresadas razones por las cuales cuida de su abuela moribunda: "Nunca, ni antes ni después, fue afectuosa conmigo ni yo con ella. Nadie me había exigido el sacrificio. ...Pero en ese punto de mi vida, en que todo me parecía opaco y vacío, creía que ver morir a alguien me estremecería de algún modo". La secuencia inicial de "La chica del norte" en donde una chica que antes ha convivido con la familia vuelve para dar a luz un hijo que la familia piensa acoger, pero la descripción de la llegada es aterradora: " Lo primero que notan es que está demasiado flaca. Antes que el pelo desgreñado, las manchas en el vestido y las zapatillas, que de tan rotas da la impresión de ir descalza. Hay...un desfase...// Lo segundo que notan es que viene acompañada de una mujer petisa y gorda...viste una pollera plisada de color gris y en la mano sujeta una correa de cuero, similar a una rienda o a un cinturón de dos metros de largo que se pierde en la nuca de la chica". En "Disco rígido" la afirmación que nos desvela el lado oscuro del alma es cuando el padre del hijo muerto afirma: " ¿Conoció el amor? ¿Llegó a masturbarse un día? ¿Pudo saber o imaginarse cómo era el sexo? Uno jamás se detiene a pensar en la vida sexual de un adolescente en silla de ruedas." Hay muchos más momentos o afirmaciones terribles, el instante de la salida nocturna revolviendo en los cubos de basura del barrio y el macabro hallazgo al abrir una bolsa de basura, en "Ciudad de Cartón" o una simple frase dicha por el protagonista ya adulto de "Mitad de un hermano" que acude engañado a una fiesta de cumpleaños que le a preparado su novia cuidadosamente y a la cual asistirán por sorpresa sus padres separados, él con su segunda esposa y su hijo. En esa fiesta cuando al protagonista que ha venido engañado y con los ojos cerrados descubre a toda la familia y amigos, le cantan y le agasajan solo se le ocurre contarnos: " Desvíe la mirada hacia mi reloj:eran las nueve y tres minutos. En mi cabeza empezaba a sonar el coro de una misa de esponsales, y entonces decidí que ella no era la mujer de mi vida". Así se las gasta el autor de estos relatos. Aterradores, pero también cargados con el arma de la ironía. Y con un desesperado llamamiento a la escritura y a la imaginación, pues en casi todos los relatos hay alguna referencia al hecho de escribir. Ya he mencionado la de "La chica del norte", pero "Animales del imperio" es un relato sobre un padre que lega a sus hijos, deudas y una serie de fábulas sobre animales. El hijo dice al respecto: "Yo agradezo que haya escrito aunque fuera solo este tipo de cosas. Sé que corro el riesgo de convertirlo en una caricatura. Pero pienso en los huérfanos de padres desconocidos. Ningún documento que contenga el flujo de una conciencia, un modo de ser o pensar". El padre desesperado de "Disco rígido también afirma: "Escribía maravillosamente bien para su edad. Eran cuentos. Son cuentos. como fábulas. Con animales y personajes fantásticos". Lo último que intenta hacer el millonario moribundo de "Hacedor de dinero" es escribir una nota final. Empieza a escribir ante la mirada interesada de su hija y abogados...Comprende que no tiene la fuerza ni el pulso necesarios para escribir un pensamiento."· Y que decir del Tavo el entrenador contratado por los Bellini para adelgazar en "Cuatro Lunas", que está intentado escribir una monumental historia de la gordura. Por escribir que no quede. Hay algunos secretos más en estos relatos y algunas sorpresas. La historia de la abuela con Amelia, en el relato final. Y esa historia "Interrupción del servicio" donde un hijo y una madre acuden en coche a la casa en los suburbios de señora que ha servido en la casa familiar durante muchos años y que de repente ha dejado de acudir sin dar una explicación. Un relato que me recuerda a otro de Samanta Schweblin sobre una madre y una hija que visitan casas ajenas, que me recuerda a un cuento de Carver sobre alguien que entra en pisos extraños. Literatura. Excelente literatura. Quizás un mínimo reproche, o puede que sea algo buscado, no sé, la manera de comenzar los relatos, que a fuerza de repetirse parece rutinaria: "La primera vez que mi abuela oyó la palabra..." [La nube y las muertas ] "Lo primero que notan es que está demasiado flaca" [La chica del norte] "Por segunda vez en la noche, Ramón..." [Ciudad de Cartón] "La noche que cumplí treinta años..." [Mitad de un hermano] "La noche que Hugo Bellini anunció..."[ Cuatro Lunas]. Lo dicho, un paseo por el lado salvaje de las familias que nunca aspiraron a la dicha de ser las familias perfectas de los cuentos de hadas.
sábado, 9 de enero de 2016
VIENTO DE TRAMONTANA, SERGIO GASPAR
Esta novela, moderna o postmoderna, o clásica o neoclásica o postclásica, no sé muy bien a qué atenerme, llevaba demasiado tiempo esperando en mi mesilla de noche. Y parece que en plena crisis catalana ha encontrado el momento adecuado para manifestarse. Porque "Viento de tramontana" [Editorial Edhasa, 2014] del poeta y ex director de la editorial DVD, Sergio Gaspar, tiene mucho que decir sobre las raíces del catalanismo y del independentismo y sobre el actual vodevil político y social en Cataluña. Esa Gran Nación. Aparte de sobre otros asuntos literarios de enjundia. La portada define muy bien el contenido. Josep Pla y Miguel de Cervantes montados en un burro. Además en un burro que vuela, según la novela. Y perdón por el pareado. Dos personajes que nunca llegaron a encontrarse conviven en esta novela surrealista, onírica, ucrónica, caprichosa, turbulenta, literaria, histriónica a ratos y divertida por un tubo casi siempre. Entre otras muchas cosas. El autor avisa: "Las situaciones que se narran en esta novela son ficticias...Viento de tramontana es una parodia con vocación literaria de algunos de los aspectos de la vida política y de la industrias editorial española. ..el humor favorece la democracia y el diálogo".Queda dicho. Novela singular que es casi un pastiche de novela policiaca por lo menos al principio. Un hombre explica las razones por las cuales su mujer ha aparecido muerte en el hotel Albons. Acusa de su muerte a Josep Pla, presuntamente muerto hace 31 años. El capítulo es delicioso e incoherente a partes iguales. Metaliterario y algo más. Y está seguido de un segundo capítulo que trata de una conversación mitad en catalán mitad en castellano, con traducción simultánea de notas a pie de página entre Antonio Torres Heredia, capitán de Guardia Civil, guapote y machote, verde y gitano, y la intendente de los Mozos de Escuadra Monserrat Fons i Fígueres, que además de refocilarse entre las sábanas están leyendo la declaración que anteriormente hemos leído nosostros en el primer capítulo. En el tercer capítulo volvemos a la declaración con sus incongruencias y un paseo turístico por la Costa brava donde se afirma que "No hay alternativa: quienes sigan siendo humanos en el futuro deberán ser turistas". En el capítulo cuarto volvemos al capitán de la Guardia Civil y a Monserrat Fons i Fígueres, que se ofrece a ser sodomizada después de cuatro polvos para obtener la información que le ha encargado directamente la más honorabilisima autoridad de la Generalitat de Cataluña: Artur Mas i Gavarró. La novela o parodia de novela se sale de madre y de desmadre. En cada página hay una vuelta de tuerca, una sutileza. Pero la vuelta de tuerca sucede en el capítulo cinco donde pasamos de la parodia de la autoridad y del poder a la literatura y sus corruptelas y nos enteramos que un nonagenario autor de la época franquista se reúne con una editora se Seix y Barral porque se quiere presentar, aconsejado por su agente Carmen Diagonal Quinientosochenta, para ganar el prestigioso premio Biblioteca Breve, siempre que se aumente su dotación económica de 30.000 a 300.000 euros y la novela la termine de escribir un negro literario porque él se ha quedado sin inspiración y sin ganas. Es entonces cuando descubrimos que los cuatro primeros capítulos que hemos leídos son la parte de la novela inacabada por ese nonagenario autor que en su momento fue autor de novelas tan contundentes como El ciprés de Silos sigue creyendo en Dios...España será un país de más de un millón de cadáveres...Han llegado volando las bombas de la paz...Y hasta aquí puedo leer para ponerles la miel en los labios, que no se ha hecho la miel para la boca del asno aunque sea un asno volador con Josep Pla incluido. Por supuesto hay más capítulos. Sale mucha gente moderna y antigua. Sale un señor bajito que nos gobernó durante más de cuarenta años paseando por Barcelona, y sale Miguel de Cervantes desmintiendo que fuese él el autor de la primera parte del Quijote, y se nombra y cita a un sinfín de autores literarios del momento y antiguos. Y al final hay una conversación entre Artur Mas i Gavarró, Maragall, la calavera de Josep Tarradellas, Pujol -el único presidente de Cataluña, porque el resto han sido prólogos o epílogos-, y Montilla sobre el tema independentista en el cual se juegan el futuro apostando a que va a salir un siete en una tirada de dados. Les invito a que lean ustedes esta maravillosa e inteligente farsa para salir de dudas sobre si saldrá el dau al set o no. Y para que encuentren entre sus páginas frases tan certeras y brillantes algunas de ellas como falsas y deslumbradoras otras. "Todas las piscinas del universo son rectangulares. Como las camas"; "Los restaurantes son eternos, como las farmacias y las putas"; "Ya se sabe: la cabra nacionalista siempre tira al monte"; "Me equivoqué. Pensar y equivocarse :¿Acaso no es lo mismo? Piénselo"; "La verdad es que vamos a morirnos, y eso para el fondo de nuestra mente resulta increíble. La verdad es que la vida no vale una mierda, pero nadie acaba de creérselo"; "El destape fue el comienzo de la verdadera transición democrática"; "Todo hombre puede convertirse en una gran hombre. Incluso tú...Basta con engordar lo suficiente"; "Los catalanes solo nos amamos a nosotros mismos"; "La verdad es inverosímil. Por eso nadie se la cree"; "Después de la Segunda Guerra Mundial, España y el turismo serán realidades sinónimas"; "La envidia española: nuestro mayor crítico literario. Junto al segundo en rango: nuestro deseo de lamerles el culo a los poderosos"; "Cuídate de ser inmortal antes de morir. La inmortalidad en vida es un mal comienzo en la conquista de la inmortalidad"; "Todas las estatuas nacen para morir"; "El ocio acabaría sustituyendo a la religión...El vulgo estaba dispuesto a pagar para entretenerse..."; "·Anhelar la vida propia y la muerte de los otros es una emoción típicamente nacionalista"; "Es ley de vida social: los pobres siempre desean acercarse a los ricos y los ricos alejarse de los pobres"; "·La genialidad no tiene nada que ver con la geografía, pero la popularidad depende de ella por completo". Esto es solo una muestra. Además estamos ante una novela de tesis que como se afirma en la propia novela viene envuelta en otra cosa. Esa otra cosa es literatura en estado puro. Les dejo con la tesis de la novela por si alguien desea disfrutarla: "Toda buena novela, o contiene una tesis estimulante hasta subversiva, o no es buena. Queda reducida a un entretenimiento costumbrista. No escondo mi tesis, nuestra tesis: una Cataluña independentista corre el riesgo de transformarse en una Cataluña grotesca Y lo dramático llegará después: en una Cataluña independiente, sustituiremos el viejo odio hacia el resto de los españoles por uno nuevo y antiguo: el odio entre nosotros, los catalanes".
domingo, 3 de enero de 2016
EL MUNDO ABANDONADO MARGARETHE VON TROTTA
Otro día de cine y sala casi para mi solo. Domingo, sesión de 12.00 del mediodía. Cuatro personas en la sala. Detrás de un cartel tan convencional solo puede haber una película convencional y eso que la última película de Margarethe von Trotta [Berlín, 1942] promete mucho más de lo que al final ofrece. Un padre le pide a su hija que viaje a Nueva York para intentar convencer a una famosa cantante de opera, casi una replica de su mujer fallecida un año atrás, de que venga a verle. Ya tenemos el tema del doble. El planteamiento es interesante, pero del desarrollo de la trama es en exceso acartonado y estereotipado, con demasiados trucos de guión - la historia de amor entre el representante y la cantante de jazz, la perdida de la memoria de la madre de la cantante de opera-, y con momentos que si no caen, a veces bordean peligrosamente el ridículo: la pelea de los dos hermanos. Si la película se sostiene es por las dos actrices protagonistas Katja Riemann [1963] y Barbara Sukowa [Bremen, 1950]. Son lo mejor de esta película vacía por momentos y en alguna que otra ocasión con destellos de aquello que hubiera podido llegar a ser con otro guión. Y eso que la historia es en parte autobiográfíca. Hay escenas que sobran y que parecen puestas para destacar alguna habilidad de las actrices, como toda la secuencia con el coreógrafo gay. Ya digo lo mejor, las actrices. Ambas habían trabajado ya con la directora. La Sukowa es casi su actriz fetiche ya que a participado en otras películas de von Trotta como "Rosa Luxenburgo" [1986] o la reciente "Hannah Arend [2012] y Reimann lo hizo en "Yo soy otro" [2003] y "La calle de las rosas" [2006]. La música es importante en la película. El título proviene de la opera Norma. A ratos la película es brillante y sugerente, pero a ratos es artificiosa y poco sutil. Tarda demasiado en plantear el problema del "doppelgänger", tan típicamente alemán y tampoco hace falta viajar a Nueva York para desentrañar un secreto familiar que está a la vuelta de la esquina. Este drama familiar es atípico porque poco a poco se transforma en comedia a pesar del tema que trata: una infidelidad y sus consecuencias. Una mujer que vive entre dos amores, o entre el miedo y el amor. La renuncia. Los secretos familiares. El acercamiento del la cantante de jazz a la diva de la opera recuerda conscientemente a "Eva al desnudo".Se agradece que esté contada en presente sin saltos al pasado. Se agradece la banda sonora. Los trucos de las cajas con cartas y fotografías. Quizá se fuerzan demasiado las relaciones románticas sin ahondar en la fragilidad de las relaciones familiares. Lo cierto es que sin ser una película mayor en la trayectoria de una directora del llamado nuevo cine alemán que tiene excelente películas, "El mundo abandonado" es una propuesta que interesa y aunque no sorprende si que en ciertos momentos llega a conmover. Y además nos permite recuperar brevemente en un par de sencuencias a Karin Dor [1938] la coprotagonista de dos míticas películas de los años sesenta "Solo se vive dos veces" [1967] y "Topaz" [1969].
viernes, 1 de enero de 2016
45 AÑOS ANDREW HAIGH
Terminé el año 2015 en el cine. Sesión de las cuatro, "45 años" de Andrew Haigh [1973, Harrogate] de quien ya comenté en este blog su película anterior película "Weekend [2011]. Sala completa para mí solo. Un plan perfecto para ver una de las mejores y más sutiles películas del año 2015. Con dos interpretaciones de Oscar. La gente se lo pierde. Mientras sigan poniendo la película aunque sea para mí solo. Porque "45 años" es una película espléndida, fría, demoledora, íntegra, perturbadora. Una pareja celebra sus 45 años de vida en común. La acción va de lunes a sábado, fecha de la celebración. Asistimos a los preparativos del acto, pero también al lento desmoronamiento de una historia de amor que al menos para uno de los personajes ha sido una farsa. No se trata de una película sobre la vejez y sus adversidades, sino de una película sobre la mentira o el silencio de la mentira y sus consecuencias cuando sale a la luz lo que se ocultaba. Una carta, una foto, unas diapositivas y una relación que parecía perfecta se transforma en un edificio con grietas de difícil reparación. Así lo ve Kate, el personaje interpretado con una gama infinita de matices, miradas y silencios, por Charlotte Rampling [1946] una actriz que logró sobrevivir al éxito de "Portero de noche" [1974] y a su directora Liliana Cavani, para ir convirtiéndose en una actriz todo terreno como lo atestiguan "Zardoz [1974];"Stardust Memories" [1980], "Veredicto final" [1982], "Max, Mon Amour" [1986]; o más reciente dirigida por Francois Ozon "Bajo la arena" [2000] y "La piscina" [2003]. Su personaje es la espina dorsal de la película. La médula. Esos planos sostenidos sobre su rostro en silencio. Y claro luego está Tom Courtenay [1937] Otro superviviente, este de la new wave con películas tan admirables como "La soledad del corredor de fondo" [1962], "Billy, el embustero" [1963], "King and Country" [1964] o su papel en "Doctor Zhivago" [1965] Su mutismo, sus dudas, sus respuestas confusas, solo anuncian parte del malestar que siente interiormente. Su mentira no es una mentira, sino una omisión, que viene a ser tanto como una mentira. Para Kate, Geoff es el gran amor de su vida; para Geoff, Kate es tan solo un amor posible, cuando el gran amor de su vida muere en un accidente en la nieve. No se trata de pérdida de pasión o de las rutinas del deseo, sino de la traición y la decepción que impregnan toda la felicidad. La vida es una mentira que suele venderte la persona que más te ama. Y a veces aceptamos vivir esa mentira porque no nos queda otra. Este drama de pareja, íntimo, contenido, y por tanto más doloroso, ya que solo los dos personajes principales lo conocen, conduce a un baile final triste, muy triste, un baile que para los invitado significa una cosa, pero que para los protagonistas, en cambio, significa otra muy distinta. El futuro de esta pareja a pesar de que suene "Smoke in your eyes"está teñido de amargura y desilusión. La vida en carne viva.
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