sábado, 11 de octubre de 2014

BLACK COAL - DIAO YINAN


Película china. Joder. Policíaca. Un trhiller negro. Negro como el carbón. Neomoderno. Bueno, un alivio, pero aún así china. El principio bien, acelerado, hasta el tiroteo en el salón de belleza, versus peluquería almodovariana made in china,  luego lenta, lenta, lenta, pero bien. "Black coal". Carbón negro". Le falta la otra parte del título. "Thin Ice". Hielo delgado. Eso está mejor. Una pista falsa. Hielo y carbón. Negro y delgado.1999 un cadáver despedazado. Restos dispersos por medio país. Unos policías algo lerdos. Ineptos. Un error de calculo. Un policía que lo pierde todo: trabajo, familia, autoestima: el inspector Hang. Caído en desgracia se suele decir. Alcohólico. Muy película de cine americano o europeo francés, tipo polar noir: el silencio de un hombre. El antihéroe que debe reinventarse, purgar su pecado. La posibilidad de redención. Cinco años después, dos nuevas víctimas relacionadas con la mujer del primer fallecido. Una viuda sospechosa. Fría. ¿Atípica mujer fatal o no? Las costumbres interfieren en la acción.  La victima quizá sea el verdugo. Al revés. Desolación, pesimismo e ironía. A ratos de una belleza fascinante. El amor como algo sucio, obsceno, como un juego de poder. Cada uno quiere su parte. El sacrificio como parte del amor. La soledad como parte del precio de estar vivo. Ambientada en Manchuria. Las desigualdades sociales se hacen evidentes. Un país que crece sin reequilibrar su riqueza. La injusticia capitalista mal repartida. Pocos escenarios. Una cantera. Un salón de belleza. Una lavandería. Una pista de patinaje sobre hielo. Una pista de baile. Un prostíbulo. Una noria de feria. Lo que se esconde detrás de la frialdad de Gwei Lun Mei se asemeja al miedo y al dolor. Sufrimiento en estado puro. Lo explica todo con la mirada. La película a ratos es un poco excéntrica. Su sentido del humor bordea lo burdo por momentos o es poco comprensible para mí como occidental. Me faltan referentes culturales. Me sobran esos fuegos artificiales del final, pero el director los justifica en una entrevista como una metáfora de la confusión entre lo que es justo y lo que es necesario. El policía ha resuelto el crimen, era necesario resolverlo, pero ¿eso ayuda de algún modo a la justicia? Alguien gana algo al final con la resolución del misterio. Todo es más confuso y más desolador y más negro. Ganó el Oso de oro del festival de Berlín. 

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