martes, 15 de marzo de 2011

AHORA LO VERÉIS, ELI GOTTLIEB

Hay novelas que son como mares tormentosos y novelas que se asemejan a mares en calma. La primera novela de Eli Gottlieb publicada en España "Ahora lo veréis" [Tusquets, 2010] pertenece a la segunda categoría. Quiero decir que en principio, parece que en ella no sucede nada o casi nada. Lo importante, lo realmente trascendente ya ha sucedido antes de que comience la novela: Rob Castor, escritor de culto que no acaba de cuajar, asesina a su novia, una prometedora escritora en ciernes. El narrador Nick Framingham, que fuera el mejor amigo del escritor de culto, emprende una investigación interior para comprender los motivos por los cuales la muerte de su antiguo compañero de infancia le ha afectado tanto; tanto que ha comenzado a minar los cimientos de su matrimonio. Se entremezclan los últimos días de la víctima con el presente opaco y angustioso del narrador. Hay una madre que bebe, otra madre incapaz de demostrar amor, un padre que sufre un ataque al corazón, una exnovia que vuelve para recuperar el tiempo perdido, o no; secretos de familia, un hermano que murió en un accidente. Hay lealtad e indiferencia. Una vida que ya no es la propia vida, cuando se descubren las grietas que fracturan la fachada aparente de una realidad hipócrita. Pero todas las tragedias que relata el protagonista y algunas más no son más que la piel que recubre la herida más honda. La del narrador que se aferra a un pasado que ya no le pertenece porque lo ha perdido por el camino. tendrá que desprenderse de él como de un peso muerto. Al final, el lector debería encontrar ruinas, pero Eli Gottlieb logra que ni pasado ni presente importen y que el futuro, ese espejismo tan difícil de lograr en literatura nos esté esperando en la última página de esta fría, precisa y emocionante novela.

1 comentario:

  1. Es interesante la temática del blog... Ahora ya te seguiré más de cerca, aunque últimamente no tengo mucho tiempo de bloguear.
    Seguiré tus lecturas...ummm, si mis ojos me lo permiten (que son un poco puñeteros...je)
    Un abrazo.

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