jueves, 10 de febrero de 2011

AMOR MALO Y FEROZ



Publicado en inglés en 1990 "Amor malo y feroz" [Big Bad Love] de Larry Brown [1951-2004] apareció en castellano en la editorial Bartleby el año pasado con veinte años de retraso y cuando su autor se encuentra ya dos metros bajo tierra o, como se suele decir por aquí: criando malvas. Sin embargo, leyendo los relatos de este libro uno tiene la impresión de acompañar al autor por los desolados paisajes de una América profunda y de un universo en estado de perfecto desequilibrio. Contados en primera persona con una voz personalísima que navega entre la ironía, la indiferencia y el desengaño, con golpes de doloroso y brillante humor [Me estaba hartando de tanta muerte. La muerte cancela un montón de cheques.], la prosa de Brown golpea, hiere y, a veces, cauteriza. La adjetivación es escasa y precisa. Los relatos se construyen sobre la acción más que sobre la reflexión. Sus perdedores beben, principalmente cerveza, pero también otras bebidas de alta graduación, dan vueltas en coche o furgoneta sin rumbo, se emborrachan y vuelven a beber y a dar vueltas en coche, esperan y beben y escriben, o intentan escribir entre cerveza y cerveza, y piensan en sus matrimonios rotos o a punto de romperse y eso les lleva a beber un poco más, a escribir un poco más, y fuman y van de bar en bar, buscando con quién follar para terminar de joderlo todo un poco más: sus matrimonios, la vida, la literatura. Esperan bebiendo sentados en sus porches al atardecer o al anochecer que alguna editorial les devuelva los cuentos que han escrito y que esperan publicar algún día. Cuentos sobre gente como ellos: perdedores que beben cerveza fría[ Para entonces ya me había metido al coleto unas ocho cervezas. Mi nivel de alcohol en sangre debía de rondar lo ilegal , quizá un poco más alto o más bajo de lo permitido] y esperan. Los relatos de Larry Brown son relatos sobre "las circunstancias que han destrozado la vida de la gente"; sobre gente que no termina de encajar; sobre viejos soldados que siempre tienen un lugar reservado en su corazón para los hombres de armas; sobre mujeres que ven pervertidos que se bajan los pantalones y enseñan la mandanga junto a los contenedores de la basura; sobre hombres incapaces de enterrar un perro muerto mientras la catástrofe los cerca. Relatos ideales para escritores con bajan autoestima:"No tengo ni idea de dónde salió la idea de escribir ni cuál fue el motivo de que empezara a hacerlo, pero ahora es una parte más de ella, como los brazos o la cara. Según ella ya no es cuestión de si va a tener éxito. Es sólo cuestión de cuándo."

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