sábado, 29 de marzo de 2014

IDA, PAWEL PAWLIKOWSKI


Fascinante. Este adjetivo debería bastar para definir "Ida"la película del polaco Pawel Pawlikowski sobre una monja a punto de tomar los votos que descubre que tiene un familiar vivo - una tía Wanda, juez y comunista- y un sinfín de secretos familiares, entre ellos que es judía. Rodada en un severo blanco y negro y en formato cuadrado sus imágenes son de una belleza deslumbrante y de una serenidad terrible, teniendo en cuenta los temas que abordan. No es una película sobre la fe o la falta de fe. Es una película sobre la identidad. Sobre lo que se pierde y no se recupera. Sobre la culpa. Una radiografía implacable de un país en los años sesenta. La música es incidental. Solo suena cuando la ponen en los discos o cuando se toca en directo. El blanco y negro de la fotografía es luminoso. Los diálogos son escasos y quizás por eso importantes. Se bebe mucho. Se fuma mucho. Hay un largo viaje por carreteras comarcales. Con un poco de humor se podría haber titulado "La monja y la puta". Se reflexiona. Y por supuesto están las actuaciones de las dos actrices que sostienen sobre el silencio y las miradas todo el peso de lo que no se dice, que es mucho más de lo que se dice. El peso del silencio. Mientras la veía he pensado que una película así solo tiene sentido en una cinematografía como la polaca y en un país católico como Polonia. ¿Existe realmente el cine polaco? Eso pensaba. ¿Quién recuerda hoy  que Roman Polanski era polaco y comenzó su carrera allí? ¿Se acuerda alguien de Jerzy Skolimowski? ¿Y de Andrzej Wajda? ¿Y del de Jerzy Kawalerowicz, director de  esa maravilla que es Madre Juana de los Ángeles? La película de Pawlikowski no solo es una digna sucesora de todo este cine sino que además es de una modernidad que insulta toda la basura cinematográfica que inunda las salas de cine. 

viernes, 28 de marzo de 2014

MUCHAS MANERAS DE MATAR, BERTOLD BRECHT

Poesía necesaria, contundente, de la que golpea en los ojos y  duele en su certeza y claridad. Uno de esos poemas que explican las razones por las cuales los poetas son perseguidos, denostados y vilipendiados por el poder. Deberían recitarla en todas las manifestaciones por la dignidad. Por la poca dignidad que todavía nos queda. Cada vez menos.

MUCHAS MANERAS DE MATAR

Hay muchas maneras de matar.
Pueden meterte un cuchillo en el vientre.
Quitarte el pan.
No curarte de una enfermedad.
Meterte en una mala vivienda.
Empujarte hasta el suicidio.
Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo.
Llevarte a la guerra, etc...
Sólo pocas de esta cosas están prohibidas en nuestro Estado.

viernes, 14 de marzo de 2014

DALLAS BUYERS CLUB


Pensaba ir a ver otra película, ésta era una opción para otro día que estuviese de mejor humor, pero cuando he llegado a la taquilla habían  suprimido la sesión de las 10.30 la película de Francois Ozon y he optado por ver "Dallas Buyers Club". No por el actor principal ni por los dos Oscar de interpretación. Simplemente porque no había muchas más posibilidades. La vida suele ser un camino si salida, muchas veces. Como no esperaba demasiado de la película he recibido mucho más de lo que esperaba. El protagonista comienza siendo un personaje desagradable, un machista alcohólico, cocainómano y putero que se infecta de VHI y acaba siendo una especie de defensor de los derechos del individuo frente al Sistema. Un héroes al estilo americano de las segundas oportunidades. El Sistema siempre es implícitamente malo, corrupto y coercitivo. La libertad del capitalismo consiste en hacerte creer que tienes libertad y libertad para ejercerla; cuando en realidad lo que sufres es un espejismo. Al protagonista le dan treinta días de vida y sobrevive siete años a la enfermedad. Se busca las mañas y a su manera es un triunfador. Es un electricista con visión de futuro. Podría hacer un mal chiste, pero la película no se merece eso. Es solvente y mete el dedo en la llaga en más de una ocasión, aunque se queda en la superficie. Si pretende ser dura y objetiva no lo logra. Peca de grandilocuente, de enfatizar el tema. Y si el personaje de Matthew McConaughey es patético por momentos, el interpretado por Jared Letto bordea constantemente el ridículo, cuando no lo abraza directamente. Pero da igual. "Dallas Buyers Club" es una película con conciencia social, una película que toca un tema complicado y complejo con grandes interpretaciones, más externas que internas, más de puesta en escena y gestos que de mirada interior. Si la comparamos con la mayoría de productos manufacturados que nos llegan hoy en día a las pantallas es un film más que aceptable, que contiene dos o tres secuencias que recordar y un aire que pasa por independiente y  que no termina de serlo del todo. Bienvenida sea con todos sus defectos y virtudes.

viernes, 7 de marzo de 2014

EL CROUPIER DEL MISSISSIPPI


Nefasto principio de año poético. Necrológicamente hablando. Le toca el turno a Leopoldo María Panero [ Madrid, 1948-Las Palmas de Gran Canaria, 1914] Poeta relevante, al menos para mi formación poética no tan adolescente. No he contado las veces que he releído su Poesía 1970-1985, publicada por Visor. Sus últimos libros me han interesado poco, menos, o casi nada. Todo el drama íntimo de Leopoldo María Panero se encuentra en sus primeros poemarios, también sus mejores poemas, el resto es adaptación al medio, decadencia y caída. O adaptación a la locura. Si es que uno se adapta a ese estado mental. Se puede pensar que iba de poeta maldito, pero en su caso el adjetivo le cuadra tan meticulosamente que se diría pensado para él. Cualquier impostura en él es postura vital. Dolorosa construcción del yo lírico. Leopoldo se golpea contra las paredes del núcleo familiar. El padre, ausente o no; la madre idolatrada y odiada a partes iguales; las rencillas y envidias con los hermanos, a los que al final ha sobrevivido. Los poemas de Leopoldo María Panero tienen una cualidad única: la intensidad. Es imposible leerlos sin sentir que algo se rompe. Poseen la verdad de la herida. Poemas como: Himno a Satan; La canción del croupier del Mississippi; Carta al padre; Blancanieves se despide de los siete enanitos; Pavane pour un enfant défunt, jamás dejarán indiferente a un adicto a la poesía. Quizás Leopodo adoptó la postura del bufón de Dios abandonado por Dios, a falta de poder afrontar la decepción de la vida. De los tres hermanos fue, desde mi punto de vista, quien logró crear una poesía más pura y permanente. Frente a los poemas de escuadra y cartabón de Juan Luis -algunos de ellos maravillosos-, y al caos literario de Michi, Leopoldo logró que su mundo interior convulso y autodestructivo cuajara en un puñado de poemarios intensos. Leer un poema de Leopoldo María Panero es como pasarte una cuchilla de afeitar por los ojos. Un acto sadomasoquista  y genuinamente surrealista. Sus poemas son belleza convulsa, belleza dolorosamente convulsa. Ya no tendrá que oír pasar la vida como quien oye la radio. Por fin está irremediablemente unido por la muerte con los suyos.

sábado, 1 de marzo de 2014

AURALARIA AGRADECIMIENTO


Ayer sufrí uno de esos homenajes que de vez en cuando sufren los poetas y artistas en general. Y digo que los sufrí porque no me suele gustar exponerme al público. El poeta es un ser esencialmente pudoroso. Intenté adoptar la máscara de la indiferencia y no desentonar del maravilloso acto que los componentes del grupo Aurularia -Luisa, Álvaro-, diseñaron para exponer al público presente mi obra. Excelente el monólogo diseñado a partir de un par de poemas míos. Excelente David Verdejo. Emocionante Luisa Pastor recitando y acompañada en directo con  música de piano. Y qué decir del vídeo montado sobre fragmentos de varios poemas y titulado "La vida en un acto." No suelo utilizar mi blog para alabarme. Estas palabras son únicamente un sincero acto de contrición. Quizá por sentirme emocionado en algún momento del acto. Gracias a todos los asistente. Y en especial a los que  no asistieron. Uno se reconoce en los libros que ha leído, pero también en los que no ha leído.Uno se reconoce en los libros que ha escrito y en especial en los que no ha escrito. Urge la vida. La poesía y la literatura quedan para los momentos que quedan entre la vida. La única palabra que se me ocurre es gracias. Gracias a todos.